[ARTICULITO 30] ¿Qué es eso de producción y productividad?

Los términos producción y productividad se han puesto de moda últimamente en Venezuela, pero su uso por parte de unos y de otros es acrítico, en muchos de los casos. Bueno en una cosa coinciden, los de aquí y los de allá: aumentar la producción y la productividad es la panacea que nos salvará de todo mal, algo así como la suprema solución, casi divina.

Ahora vamos a hablar un poco de ese asunto, en realidad a iniciar una serie de articulitos que tratarán sobre el tema, comenzaremos comentando de manera simple los conceptos referidos, producción y productividad. Pero nos hemos dado cuenta, al intentar trabajarlos, de que para profundizar dichos conceptos y tratar de manejarlos como categorías práxicas, vamos a tener que trabajar algunos otros temas, por ejemplo vamos a tener que conversar sobre la propiedad y sus formas, hablar sobre los medios de producción y las fuerzas productivas y su famoso desarrollo. Y quizá también tengamos que hablar sobre el problema de la consciencia y su desarrollo en las distintas formas de conciencia social, hasta hablar un poco de la base y la estructura y quizá también conversar sobre el problema de la ética revolucionaria. No creo que en ese orden y quién sabe si surgirán otros temas relacionados, veremos hasta donde podemos llegar. Solo quiero llamarles la atención sobre el hecho de que los revolucionarios, constructores de sueños, en esta Venezuela de hoy estamos en la obligación de manejar con soltura estos conceptos para que podamos usarlos como herramientas de trabajo concreto. No podemos permitir que ellos se manejen a simple conveniencia desde algún sector, sea cual sea. Recordemos a Chavéz,“Solo el pueblo salva al pueblo” y solo siendo pueblo encontraremos el camino, (quizá deberíamos trabajar también,  el concepto de pueblo, pero no desde un punto de vista antropológico o filosófico sino más bien desde una visión bien cercana a todos…)

Por lo pronto, en la siguiente entrega les presentaré otra breve recomendación (ya hice una en el Articulito 21) de algunos elementos bibliográficos y referenciales que nos harán falta para seguir este arduo camino.

Por ahora veamos, o intentemos ver en donde estamos…

En términos generales, se llama producción al resultado de un proceso productivo. Suena redundante o simple pero no lo es. Nos referimos a lo que resulta cuando a unos ciertos materiales poco elaborados, como lana o trigo, o más elementales aún como la tierra y la semilla, o algunos semielaborados, como hilos o harina, o en general a cualquier otro material que pueda ser modificado por el ser humano; se les aplica trabajo para transformarlos en una mercancía más elaborada que puede ser un producto de consumo final, como el pan por ejemplo, o un producto de consumo intermedio, como una tela.

Eso parece estar claro, y es bien evidente de que todo grupo social, organizado o no, consciente o no, depende, en principio, de la producción de distintos bienes para poder satisfacer sus necesidades básicas de vida.

Y pareciera que todo funcionaría correctamente si la producción, particularmente la producción a gran escala, es decir la industrial, estuviese destinada a  elaborar bienes creados para satisfacer necesidades ya sea sociales o individuales,  sean reales o creadas.

Pero el asunto es, y eso ya lo hemos discutido mucho, que el capitalismo se caracteriza por al menos dos cosas: los procesos productivos, que le son propios, no producen bienes destinados a satisfacer necesidades, sino mercancías pensadas para ser colocadas en el mercado y si la necesidad de ellas no existe, simplemente se crea, pues para ese fin existen los aparatos ideológicos como la publicidad por ejemplo. Y en segundo lugar, dichas mercancías son producidas con el objetivo de que al ser colocadas en el mercado se vendan produciendo al dueño de ellas, el mayor beneficio económico posible y en el más corto tiempo, es decir en un ciclo de circulación breve (ese es otro tema que deberemos trabajar, los ciclos de circulación del capital). Dueño, que por cierto, nunca es otro que el capitalista, pues el obrero que es el que en realidad produjo la mercancía, nunca es dueño de nada y apenas recibe por su trabajo una muy pequeña parte del beneficio generado, en una cosa que se llama habitualmente salario.

Esto quiere decir que mientras exista la propiedad privada de los medios y los procesos de producción, eso que llamamos “producción” solo sirve para generar ganancias al capitalista y nada más.

El asunto de la productividad es más enredado aun. En términos técnicos, se llama así a la efectividad en función del tiempo de un proceso productivo. Es decir cuántas unidades de una cierta mercancía se producen por unidad de tiempo. En ese sentido entonces, aumentar la productividad se refiere a reducir el tiempo necesario para la producción de una mercancía. Es decir, si originalmente se requerían 2 horas para elaborar un vestido,  aumentar la productividad significa que ese vestido se haga, sin aumentar la mano de obra y con la misma calidad, en menos tiempo, una hora por ejemplo.

Existen varias formas para aumentar la productividad, en el Articulito 0 trabajamos sobre eso. Pero es importante que insistamos ahora en que ese asunto de la productividad significa una disminución importante, en la mayoría de los casos, de los costos producción y un aumento de la oferta de dicha mercancía. El capitalista obtiene mayor cantidad de vestidos por jornada laboral y por ellos aumenta notablemente sus ingresos, mientras que el trabajador sigue igual. Hechos que unidos deberían representar o conducir a una disminución del precio de mercado de dicha mercancía, ya que ha disminuido de manera notable el costo de producción y ha aumentado la oferta.

Pero lo que realmente ocurre es que eso nunca pasa. No solo los precios nunca disminuyen sino que más bien aumentan de manera constante y notable. Simultáneamente, el costo del trabajo tampoco ha aumentado, pues el obrero que ahora está produciendo más, sigue recibiendo el mismo salario o casi el mismo, asunto que aunque no es lo mismo es igual.

Así, en el capitalismo, el incremento de la productividad solo genera dos resultados inmediatos: por un lado el crecimiento desmesurado y especulativo de la ganancia del capitalista, sobre todo del gran capitalista, pues los pequeños, los buhoneros y dueños de pequeños mercados o pequeños productores en general, gana mucho menos, aunque también ganan y también explotan; y por el otro todo el proceso solo representa un incremento brutal de la explotación del trabajo, es decir del trabajador que es el único que realmente trabaja.

Y esto será así mientras el capital privado (perdonen lo que parece una redundancia, pues en realidad pasaría lo mismo con el capital social, en eso que se llama capitalismo de estado, estado de bienestar o capitalismo humano o como se quiera llamar) sea el dueño de todos los procesos, esto es, mientas exista propiedad privada de los medios de producción, de los procesos productivos, del mercado y de los medios de distribución y en general de todo, pues en el capitalismo hasta el factor trabajo (no solo su producto sino su productor) es propiedad privada. Es decir mientras exista el capitalismo y su origen, o razón de ser: el capital.

Por ahora, para terminar a medias este asunto,es indispensable que entendamos que única y exclusivamente en un sistema social donde la propiedad privada sobre los medios y procesos de producción desaparezca, donde solo se produzca para satisfacer las necesidades de todos y todas, donde el mercado retome su condición de simple lugar de intercambio de bienes de uso y servicios (hasta sin la existencia de dinero), el aumento de la producción y el incremento de la productividad resultará en beneficio para el pueblo.

Mientras no sea así, el manejo estas categorías, manejo siempre interesado, solo servirá para justificar y/o para ayudar a que el capitalismo no solo se haga más fuerte de lo que ya es, sino que se prolongue indeterminadamente.

Por estas razones vamos a necesitar trabajar este asunto de la producción con más dedicación antes de hablar del desarrollo de las fuerzas productivas. En los próximos articulitos, como ya les decíamos al principio, trabajaremos un poco con más detalle, desde la visión marxiana, el asunto de la productividad, para tratar de mostrar, que el capitalismo no es reformable ni reparable. La función de una revolución que lo sea realmente, es destruirlo y no prolongarlo en nombre de una transición que nadie sabe que es… Y en Venezuela, si realmente queremos hacer algo que se parezca a una revolución estamos obligados nosotros, gobierno y pueblo, a dejarnos de medias tintas.

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