[ARTICULITO 17]: ¿Qué es El Capital?

Es necesario desarrollar con exactitud el concepto de capital, ya que el mismo es el concepto básico de la economía moderna, tal como el capital mismo –cuya contrafigura abstracta es su concepto– es la base de la sociedad burguesa. Carlos Marx (El Capital).

Esto que vamos a discutir ahora no es sino una simplificación del lio. Esta es una discusión que requiere más amplitud y profundidad y por ello llevará varias partes (en las que trataremos sobre varios asuntos que son partes de lo mismo). Esencialmente en esta primera intentaremos entender que es Capital. Por ello hay una cantidad de asuntos que no trataremos por ahora. Ya con lo que haremos va ser suficiente problema, luego nos meteremos en profundidades.

Comencemos tomando prestado un párrafo completo de uno de los articulitos anteriores: “Resumiendo entonces, el trabajo humano es, el único, elemento mediador entre la sociedad y la naturaleza. Pero el asunto es que ni los seres humanos trabajan la naturaleza de forma aislada, ni sus relaciones sociales dependen de su gusto personal. La interdependencia entre las fuerzas productivas (el trabajo humano) y las relaciones que a raíz de él se establecen (relaciones de producción) constituyen la relación dialéctica sujeto-objeto que es el motor de la historia”.

Ahí se está diciendo que, de cierta forma, la única “fuerza productiva” es el trabajo humano, y si no piensen ustedes ¿de qué sirve la tierra, o una maquinaria o alguna herramienta o una determinada cantidad de materia prima y hasta el dinero mismo, si no existe la capacidad creadora del trabajador y/o la trabajadora para transformarlos en riqueza creativa, vital?

Con esa idea en mente tratemos de extraer el significado real de uno de los monstruos, simbiosis perfecta entre dios y diablo sobre el cual se fundamenta el capitalismo y del cual vive: El Capital (del otro, La Propiedad, hablaremos luego).

En el lenguaje cotidiano la gente confunde capital con dinero (bueno disculpen, pero hasta muchos economistas “serios” y hasta de “izquierda” lo hacen sin darse cuenta, o dándose pero haciéndose los bobos, o por otras razones, esas que llamamos intereses). Además, por ahí oímos a alguien decir: “Es que yo tengo un capitalito guardado que quiero invertir” (de inversión y producción vamos hablar después), y en realidad se está refiriendo a los tres reales y medio que tiene debajo del colchón.

Pero no, existe una diferencia fundamental y extrema entre dinero y capital. El dinero, especialmente para nosotros los que no tenemos capital, y no lo vamos a tener nunca (así nos ganemos todas las loterías al mismo tiempo), es apenas un medio a través del cual obtenemos “cosas” que necesitamos o que queremos. El dinero se acaba al ser usado, se gasta, se agota, se consume (y si no, piensen en nuestro sueldito…). Mientras que el capital crece, aumenta cuando se usa y lo hace a partir de la apropiación del trabajo humano, ese que como ya hemos mostrado es el único capaz de producir riqueza.

Pero el Capital no es ni una cosa eterna ni un “factor económico”. Es histórico, lo que quiere decir que no siempre existió, pues sencillamente, es una relación social de producción (recordemos la discusión sobre este concepto). Es dinero que toma otra forma, es decir se transforma, se independiza, cobra vida y se vuelve un sujeto autónomo, ejerciendo su poder de mando sobre los trabajadores. Es trabajo pretérito y muerto que vuelve a la vida oprimiendo al trabajo vivo de la clase obrera. Es un monstruo insaciable que se alimenta de plusvalía, es decir de la explotación el trabajo abstracto, objetivado.

Para Marx (el viejo Marx, en muchos de cuyos conceptos nos hemos apoyado a lo largo de todas estas discusiones) capital es “todo valor que se valoriza”, es decir capital es aquel valor que en su proceso de circulación se apropia de un valor cada vez mayor, valor que es expropiado del trabajo (plusvalía). Esto suena raro, así que para entenderlo bien, vamos a tratar de mostrar algunos conceptos y luego a intentar describir de manera simple eso que se ha llamado “proceso de circulación” del capital.

Veamos que con esta definición de capital (“todo valor que se valoriza”) Marx rompe definitivamente con los clásicos que, de manera interesada confundieron a nivel de categoría “capital” con “dinero” e hicieron una mescolanza con la categoría “medios de producción”.

El asunto es, y lo muestra Marx claramente, que el “dinero” para coincidir con la categoría “capital” debe estar siendo “deliberadamente” utilizado para extraer plusvalía del trabajo. Y por ello es además, muy delicado asimilar los medios de producción utilizados en el proceso productivo con “capital”, ya que estos serían “capital” solo si están insertos en una “relación social de producción” como el capitalismo, caracterizada por la presencia, por un lado de capitalistas, propietarios exclusivos de los medios de producción y del otro fuerza de trabajo “libre”, es decir trabajadores (hasta sindicalizados) que acuden de manera “voluntaria” a entregar su trabajo como mercancía en el mercado de trabajo. Es decir, en una situación o forma de producción donde no exista la explotación el trabajo, los medios de producción serían estricta y solamente eso: “medios de producción”.

Todo esto suena muy complicado, y lo es. Nos hace falta hablar más expresamente de la propiedad y de lo que realmente significa producción. Insistamos solamente en una cosa, el “dinero” como categoría es solamente el medio con el cual se intercambian mercancías, valores. Mientras que Capital es cualquier valor que usemos con la intención de revalorizarlo.

Tratemos de explicarnos a partir de la simplificación (extrema) de los esquemas propuestos por Marx en el tomo 1 de “El Capital”, el asunto de la circulación del capital, por ahora, porque más adelante nos tocara volver sobre este asunto, al hablar de otras categorías que complementan estos conceptos: “propiedad”, “producción”, “desarrollo”, etc. Quizá, entonces, logremos entender mejor como el dinero se convierte, se hace capital. Y como este se hace ese dios-diablo que lo controla todo…

Les voy hacer una trampa, pues voy a usar ahora tres tipos de “Capital” sin haber hablado de ellos. Sin embargo, y de manera muy básica podemos decir que existen tres tipos de capital: el usurario, el mercantil y el industrial (para que nos emocionemos mucho, después veremos que la cosa no es “tan” simple). El Capital “usurario” o de préstamo es el que se genera a partir del capital mismo, sin “participación” del trabajo. El capital “comercial” o “mercantil” se refiere a la “inversión” que un comerciante hace para comprar mercancías y colocarlas en el mercado. Y capital industrial, se refiere al dinero invertido por un industrial para comprar materia prima, medios de producción y mano de obra para combinarlas y producir mercancías que se colocan en el mercado.

Dos cosas: Si analizamos cuidadosamente, a partir de lo que ya hemos discutido, los tres “tipos” de capital representan formas distintas de extracción de plusvalía. Todos, aun el usurario o quizá peor éste. Porque, o aceptamos que alguien produjo el dinero que el prestatario pagó (capital + intereses) o pensamos que se puede producir dinero de la nada, por “arte de magia”. La otra cosa es que el capital es capital solo si durante el proceso se valoriza. El dinero en el proceso de circulación, para seguir siendo capital, tiene que extraer plusvalía del trabajo (y no del trabajo de Juan o de María, pensemos en el concepto de “trabajo abstracto” del que ya hablamos).

Entonces tenemos tres esquemitas de circulación:
A) Capital usurario o de préstamo. Simple: D → D’ donde D’ – D = p.
El capitalista (prestatario, usurero, banco, etc.) da en préstamo una cierta cantidad de dinero inicial D, y se le devuelve una cantidad de dinero D´; la diferencia D’ – D = p muestra la plusvalía apropiada en el proceso.
B) Capital comercial o mercantil: Un poquito más complejo (participa la mercancía) D → M → D’ donde (otra vez) D’ – D = p.
Aquí un comerciante, posee una cantidad de dinero D, que utiliza para comprar una cierta mercancía M, que vende por una magnitud de D’ (mayor), habiendo apropiación de plusvalía.
C) Capital productivo o industrial: El más complicado, pues implica la participación de un “proceso productivo (PrPr)”: D→M→PrPr→NM→D’ donde D’- D = p.

Hay un capitalista industrial que inicia su industria con una magnitud inicial de dinero D. Con éste compra M (que en este caso son materias primas, mercancías intermedias, fuerza de trabajo y medios de producción). Éstas M (fíjense que se ve delicado llamar a esta “M” aquí simplemente “mercancía”, aun cuando en la ecuación haga exactamente el mismo papel que la “M” de la ecuación anterior, sin embargo podemos decir que ambas “M” tienen la misma naturaleza) se combinan al interior del proceso productivo “PrPr”, proceso que da como resultado una nueva mercancía “NM” que se vende en una magnitud D’, generando plusvalor (plusvalía).

Notemos que en todos los casos D’ tiene que ser mayor que D y se convierte en lo que se denomina “capital ampliado”, es decir el capital D inicial, incrementado por la apropiación de plusvalía (pues p siempre será mayor que cero para que exista verdadera circulación, porque si yo hago empanadas para vender y al final del día tengo menos dinero que al empezar, mañana hago otra cosa).

Notemos además que (y decir esto, otra vez, es una redundancia, pero que hay que recalcar para que todo quede claro, así sonemos redundantes y fastidiosos), en todos los tres casos presentados (de forma muy esquemática, por demás) la plusvalía está determinada por la presencia de trabajo. En el primer caso por el trabajo realizado por el prestatario (casi siempre por personas a “su servicio”) para producir el capital prestado D más el plusvalor (que es lo que debe pagar al prestamista, cuyo único “trabajo” fue dar en préstamo cierta cantidad de dinero). En el segundo caso el trabajo está contenido por una parte en la mercancía misma (elaborada en un proceso anterior y que requiere de trabajo) y por otro en el realizado para colocar y vender la mercancía en el mercado (cuando el comerciante es pequeño casi siempre esa segunda parte del trabajo la hace el mismo, pero en “Makros”, por ejemplo, nunca vamos a ver al “dueño” vendiendo, organizando, promocionando, limpiando, cobrando, etc.) Y en el tercer caso por toda la cadena de trabajo abstracto (“mano de obra”) invertido en la producción de la nueva mercancía (NM), notemos que parte de ese trabajo ya está incluido como parte de procesos anteriores.

Es importante que quede claro que dinero y capital son cosas distintas y capital no es solo dinero. Es dinero se transmuta en capital cuando es utilizado para extraer plusvalía del trabajo. Pero, para el capitalista, cualquier cosa que él pueda utilizar para extraer plusvalía es una forma de capital. El capital, de manera inevitable está asociado a la explotación del trabajo (y del trabajo social, del trabajo abstracto), es por ello que la explotación solo dejará de existir en un sistema cultural, social, económico y político donde no se explote el trabajo de ninguna manera, es decir donde desaparezca la plusvalía. El problema de una revolución no es distribuir la plusvalía, sino hacerla desaparecer y ello implica, no cambiar el carácter del capital sino que ya no exista más, ni como forma ni como sistema.

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