[ARTICULITO 21] Algunos comentarios bibliográficos.

A lo largo de todos los articulitos hemos venido utilizando algunos libros, muchos más bien, y textos de diferentes autores, no solo marxistas, también de autores de otras corrientes, pero además películas, canciones y un montón de cosas por el estilo. Voy a recomendar algunos, por ahora, particularmente porque a partir de este articulito vamos a intentar profundizar algunos temas, especialmente los relacionados con el asunto del trabajo y la plusvalía y esas cosas.

Debo confesar, sin mucho rubor, que en muchos casos estos textos han sido (re)leídos, es decir leídos desde una perspectiva nuestra, que de ninguna manera tiene que ser la correcta o la única. En mi descargo digo que creo que hoy es indispensable hacerlo, no importa que seamos tachados de revisionistas. De hecho el primer y más grande revisionista de Marx fue Marx mismo. Claro eso no justifica de ninguna manera ese mito de la existencia de varios Marx, cosa que considero, con todo el respeto, una soberana tontería. Simplemente no solo Marx pasó por el tiempo, sino que además el tiempo pasó por Marx, es decir el viejo fue un personaje de la historia, «una brizna de paja al viento» como diría Bolívar, cosa que por cierto, él asumió completamente. Nos ocurre a todos, especialmente a los que nos empeñamos en la historia como motivo, que de golpe descubrimos algo que no habíamos visto y que nos hace cambiar, hasta radicalmente, alguna cosa ya dicha. Por ejemplo cuando Marx critica la «Ley de bronce de los salarios» y enuncia su tesis del deterioro absoluto de ellos, no había descubierto varias cosas, por ejemplo no había concretado uno de sus conceptos más importantes el de «trabajo abstracto» o las distintas formas de subsunción del trabajo en el capital, el concepto de plusvalía relativa, no sé, tantas cosas que luego le permitirían elaborar la «Ley de la tendencia relativa del deterioro del salario», la diferencia entre trabajo productivo y trabajo improductivo y la «Ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancias» (líos sobre los que dedicaremos articulitos más adelante).

Comencemos, en estas recomendaciones, diciendo que es indispensable leer a Marx, y mucho y en todas sus edades. No sólo «El Capital», obra monumental y algo pesada para trabajar, sino sus trabajos anteriores, los de filosofía, algunos escritos a cuatro manos con Engels, pero también sus textos económicos y políticos más breves. «Salario, precio y ganancia» es muy útil . En otra dirección «La lucha de clases en Francia» o cosas así. Pero cuando estemos en condiciones de leer «El Capital debemos leerlo, conjuntamente con los «Grundrisse» y con el Capítulo VI (inédito) de «El Capital», indispensables para entender muchas cosas. Permítanme decirles que la excusa de que Marx es muy complicado es solo eso, una excusa. Para los luchadores políticos que necesitamos entender al dedillo cómo funciona el capitalismo, Marx es indispensable, solo que nunca como una receta y menos como un dogma religioso.

En este camino hay que trabajar también a otros revisionistas de Marx (o me van a negar que fueron compas que pasaron toda su vida revisándolo). Quizá uno esencialmente esencial es Lenin, y por ello recomiendo que lean Lenin, mucho Lenin y todo lo que consigan. Hay cosas suyas que son muy específicas de su época como dirigente de la Revolución Soviética, pero aún así son útiles y creo que necesarias, por ello no nombro alguna en particular aquí, aunque recomiendo sus textos políticos, que son casi todos, y los económicos.

Hay un asunto que debemos trabajar con cuidado para entender todo este lío de la «economía política» y es el problema del Método. Es un poco especializado esto, pero de ser posible deberíamos tratar de leer a Hegel, por lo menos «La fenomenología de Espíritu» y «Ciencia de la Lógica», ya esos texto son suficiente lío. De Marx (a cuatro manos con Engels) está «La sagrada familia», «La ideología alamana» y de Engels solito «Ludwing Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana» y el «Anti-During». Creo indispensable, y bastante más cercano, leer a Karel Kosik y su «Dialéctica de lo concreto» y desde una visión nuestramericana a Néstor Kohan en «Nuestro Marx», particularmente, son muchos sus escritos pero por ahora leer éste sería genial. Y entre todos los trabajos de Enrique Dussell, que son muchos y muy pertinentes, creo que deberíamos trabajar, «La producción teórica de Marx» que es una extraordinaria introducción a los Grundrisse y «Hacia un Marx desconocido» que nos relaciona con «Los Manuscritos de 1861-1863», ambos son un poco pesados pero esenciales. No es que se me este olvidando, sino que lo deje para ahora para redondear la propuesta: «El Manifiesto Comunista» de Marx y Engels es indispensable. De Lenin es muy importante «El desarrollo del capitalismo en Rusia» y de Trotsky «Historia de la Revolución Rusa», quizá de los mejores libros de historia jamás escritos.

Sobre el asunto de la teoría del valor y la cuestión del trabajo hay grandes textos, por supuesto de nuevo «El capital» y una visión más sintética se puede obtener en «Trabajo asalariado y capital» y en «Salario, precio y ganancia» y en el Capítulo VI (inédito) del libro I del «El Capital» sobre todo en su sección I, «La producción capitalista como producción de plusvalía». Todo esto del viejo Marx.

Para enfrentar el asunto de la ideología y de la economía como política hay muchos textos esenciales, para no volver a referirme a Marx, por ahora, recomiendo a Ernesto Mandel y los tres tomos de su «Tratado de economía marxista» y también «El capitalismo tardío o la formación del pensamiento económico de Marx». De por aquí, recomiendo como indispensables muchos de los textos de Ludovico Silva, de Mariategui y otra vez Kohan (hay un libro suyo relativamente reciente que hace unos extraordinarios análisis relativos al Che: «En la selva») y ya que hablamos del Che, es esencial revisar, con mucho cuidado «El gran debate» y «El pensamiento económico del Che» que aunque no son obras suyas, del Che directamente, son esenciales para entenderlo. Quedan muchísimos libros por recomendar, por ahora solo uno más sobre el problema de la cultura «El imperio contracultural» de Luis Britto García, plenamente actual a pesar de que tiene unos cuantos añitos.

Para divertirnos un poco, les recomiendo algunas películas que pueden ser útiles. Pensamos que el cine es un gran vehiculizador de cultura y, al fin y al cabo, la cultura que existe es la cultura que se comunica según intereses de los dueños de los medios, los señores del 1% de la población, dueños del 99% de todo lo que existe. Por ahora les recomiendo «Wall Strett» (nombrada como «El dinero nunca duerme», en español), la parte 1, «Matrix» también la parte 1, ambas para entender el asunto de la alienación y la explotación, lo único verdaderamente global en la sociedad actual. En otro sentido, pero con el mismo carácter manipulador «Las viñas de la ira» y otro sentido distinto todavía, «La invasión de los usurpadores de cuerpos» que nos cuenta de manera genial la locura gringa en los días de la guerra fría. Hay una película del 2011, «In Time», «El precio del mañana» en español, que revisa el problema del tiempo como oro, lastimosamente, como buena película gringa no resuelve nada al final y termina convirtiendo a sus protagonistas en unos Rambos cualquiera, lo cual es claro, pues era indispensable convertir la película en un asunto personal y nunca en una propuesta de lucha social.

Finalmente, y un poco por molestar, recuerdo un cuento de Ray Bradbury, cuyo nombre no pude localizar (me comprometo a buscarlo), donde el protagonista viaja al pasado y allí pisa una mariposa y cuando regresa el mundo ha cambiado significativamente. «Volver al futuro» juega con esa idea, y la del «efecto mariposa» muy mal entendido, asunto sobre el que volveremos. Pero sin embargo útil para plantearse el asunto de la totalidad.

Más adelante volveremos a recomendar algunas otras cosas, por ahora es más que suficiente para enredarles la vida un rato. Solo les reitero que son materiales trabajados con cierto cuidado y por ello experienciales, que es como es útil el conocimiento.

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