De la revolución del conocimiento al conocimiento para la revolución

Sin excepción, nos toca a todos los venezolanos, emprender toda una serie de acciones y reflexiones sobre el Congreso de la Patria, capítulo universitario, el cual fue juramentado en un sustancioso y nutrido encuentro el pasado 3 de agosto. Demostrándose, que tal vez sea el capítulo de mayor trascendencia en tal originaria consulta.

Unas horas antes de escribir este artículo, el canciller norteamericano, John Kerry en visita a Argentina, “imploraba”, el feliz regreso a la “genuina estabilidad democrática” de nuestro país. Lo que se suma a un abominable asedio, cerco y boicot económico internacional que Venezuela confronta. En este marco, el Comando Sur prepara su operación Freedom 2 para una supuesta intervención militar en Venezuela. Y no podemos dejar de mencionar todas las acciones de desestabilización económica, social y política a lo interno de la Patria en estos momentos.

Es en medio de tanto hostigamiento que la Patria de Bolívar, liderada por Nicolás Maduro, da una respuesta con el despliegue del Congreso de la Patria. Considero la propuesta, muy positiva. No sólo es audaz-necesaria-oportuna, sino que además, permite la apertura hacia distintos sectores sociales.

Uno de los puntos esenciales de la propuesta consiste en acoplar y darle coherencia ideológica-política, a los dos sub-sistemas de educación definidos en nuestra constitución y leyes de la república: el subsistema de educación básica, con el subsistema de educación universitaria. No deja de ser una  acción de valentía y audacia, el elevar la formación integral del ser venezolano para seguir mejorando, permanentemente, la calidad de la enseñanza. Dicho de otra manera, se busca: “revolucionar el conocimiento”. De allí las combinaciones de metódicas presenciales y virtuales, que estarán conduciendo y ordenando los debates hasta el 21/11/2016, cuando se le presenten las conclusiones, al Presidente Nicolás Maduro.

Para el país, luce impostergable la conformación de ese nuevo modelo civilizatorio que avizoramos o presagiamos, para nuestra sociedad en construcción. Debemos visualizar, el papel y las co-responsabilidades que ello acarrea con las futuras generaciones que vienen en camino. Esta visualización tiene que ser el resultado de un debate objetivo, de alto nivel, amplio y participativo.

El camarada Presidente, Nicolás Maduro, nos hace un regalo que pone a rodar la pelota. Nos entrega, al sector universitario, el séptimo vértice de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano (GMAS): “Investigación y desarrollo de sustitución de importaciones”. Vértice, que a nuestro entender, se traduce en desplegar, el mayor número de procesos de INNOVACIÓN en todas las dinámicas productivas posibles.

La innovación lleva implícita la “revolución del conocimiento”, pero ésta no es una innovación cualquiera, tiene que y debe estar basada en un “conocimiento para la revolución”. Es decir, tanto la innovación como el conocimiento deben ir acompañados de la SUSTENTABILIDAD y la ECO-ETICA. El conocimiento y la innovación, como un solo eje, deben estar orientados a aliviar las complejas tensiones ambientales-sociales-ambientales que estamos viviendo. Resumidos, en tres dramáticos problemas que la humanidad entera está confrontando: Hambre-Agua-Calentamiento Global.

No dudamos que estas tres acuciantes presiones que tenemos, nos seguirán exigiendo más y nuevos conocimientos, para avanzar en el uso sustentable de los recursos naturales que nos quedan y en el esmero por la dedicación que asumamos ante el cuido y resguardo de los mismos.

El Congreso de la Patria universitario también se propone trascender niveles ideológicos-sociales-culturales. Así lo ha solicitado el Presidente Maduro, quién pide, debatir sobre nuestra venezolanidad e identidad. También solicita, se profundice la investigación y encontremos fundamentos sólidos de nuestra cosmovisión espiritual mestiza, que nos hagan reflexionar, sentir y actuar en la sociedad venezolana que aspiramos construir.

Tiene razón el Presidente Maduro; es desde la formación educativa primaria que debemos prepararnos para ir entendiendo y confeccionando nuestra nueva propuesta civilizatoria. Esta debe y tiene que tener, la suficiente COHERENCIA ideológica-política para que nos impulse a comprometernos con ella como proyecto de futuro. Es nuestro deber y prioridad, avanzar en la definitiva superación del rentismo petrolero que ha cercenado, oprimido y desdibujado a casi todo nuestro tejido social.

Nutrida de esta coherencia, propia de nuestra cosmovisión mestiza y diversidad biológica, y basada igualmente en la SUSTENTABILIDAD y la ECO-ETICA, que debemos construir “la nueva hegemonía cultural”. Es oportuno, hacer una pausa-reflexiva y poner en discusión, el concepto Gramsciano de “hegemonía”, que se estaría fortaleciéndo con las categorías de sustentabilidad y otras propias del complejo ámbito idelógico-ambiental-ecológico. Esto es así, por cuanto estas últimas, también están y estarán confrontado los poderes hegemónicos establecidos, frente al control, privatización y manipulación de los recursos naturales del planeta tierra.

Confiamos plenamente en las intenciones del Presidente Nicolás Maduro, quién ha sido bien reiterativo, en convocar al diálogo para la construcción de un nuevo modelo civilizatorio. Valoramos, además, muy positivamente, la transformación universitaria que ha tenido lugar en los últimos 17 años. No sólo nos referimos a los logros y reivindicaciones-gremiales-jubilados-bonos-salariales-becarios; de inclusión social y gratuidad integral de la enseñanza. Deseamos referimos, más a lo cualitativo. Por ejemplo: el despliegue de las tres Misiones educativas (Robinson-Rivas-Sucre); permitiéndonos, que de cada tres venezolanos, uno esté estudiando.

Deseamos resaltar la creación de nuevas universidades por áreas del conocimiento y modalidades específicas de educación; la puesta en marcha de 64 Programas Nacionales de Formación (PNF) en áreas estratégicas del conocimiento, como por ejemplo: la socio-etno-cultura; la medicina integral comunitaria, la agroecología, las distintas dimensiones culturales y la seguridad y defensa, entre otros, son impactos que debemos reconocer, dignificar y saberlos defender con todas las fallas y virtudes que poseen.

A este importante y sustancial reto de “revolucionar el conocimiento”, curiosamente se le unen, importantes pensadores y activistas políticos-religiosos del mundo. Es el caso del Papa Francisco, quién con su contribución para toda la humanidad y sin distingo de clases, etnias, razas, ideologías y religiones, nos proporciona la Carta Ecologica LAUDATO SI, sobre el cuidado de la casa común que debemos asumir por nuestro planeta tierra.

En este documento, El Papa Francisco solicita: “Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente”. Pide por una educación que nos proporcione nuevos hábitos que implica renunciar a las tantas ofertas que el mercado nos ha impuesto. Una educación que promueva una nueva sensibilidad ecológica y contraponga las artificiales hegemonías del altísimo consumismo. Una educación que forme, instruya y conciba en la práctica la recuperación de los distintos equilibrios ecológicos. Desde uno mismo, nuestra ecología mental-espiritual; con la ecología solidaria y corresponsable con los demás y todos los seres vivos, con una ecología natural e integral.

Aspiramos que del Congreso de la Patria, Capitulo Universitario, se valore la educación y formación general como un proceso social que permite la autonomía de aprendizaje a través de: aprender a ser, conocer, hacer de manera integrada desde la básica hasta la universitaria. En cada una de las etapas el educando debe salir preparado para continuar aprendiendo y participando en los distintos desarrollos socio-productivos del país compatible con el ambiente, por medio de su creatividad e innovación de conocimientos y tecnologías.

El Papa Francisco exige y coincide, en avanzar por los cambios de paradigmas de pensamientos y conocimientos, los cuáles realmente influyen en nuestros comportamientos. Explícitamente expresa: “la educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza”. “De otro modo, seguirá avanzando el paradigma consumista que se transmite por los medios de comunicación y a través de los eficaces engranajes del mercado.

Es evidente la coincidencia de planteamientos entre su Santidad el Papa Francisco y el Presidente venezolano. Lo entendemos en las tantas solicitudes que ambos han venido haciendo por avanzar en la propuesta de construir un nuevo paradigma civilizatorio.

Curiosamente, de los 5 ejes temáticos solicitados en el Congreso de la Patria, Capitulo Universitario, los cuales los identificamos con palabras claves: -vinculación GMAS y universidad productiva;-la universidad actual frente a la necesaria y sin condición;- el eje de la integración; – con los métodos y organización para la nueva hegemonía cultural. Todos y en cada uno de tales ejes temáticos, la formación y educación ambiental se hace transversal.

Esta propuesta, exige realizar todo el esfuerzo humano necesario, para que la formación y educación ambiental definitivamente se reconozca y convierta en una modalidad educativa a lo largo del sistema educativo venezolano. Solo así podrá apropiarse, darle niveles de integración, y además vida, forma, coherencia y sentido a la “revolución del conocimiento”.

No nos cabe la menor duda, el espacio del Congreso de la Patria, Capitulo Universitario, se hace necesario-oportuno y promete avanzar con mayores niveles de trascendencia. Todo esto refleja una interesante disposición hacia la apertura e incorporación de otros tantos sectores sociales, quiénes se encuentran, rezagados, penosos, cautelosos y sin oportunidad de participar, proponer, y poder hacerse sentir útiles. Es con la más amplia participación como debemos confeccionar un nuevo contrato social, para la nueva propuesta civilizatoria que estamos empeñados en construir.

Aprovechemos esta nueva y única oportunidad que se nos brinda. Convoquemos a todas y todos los viejos luchadores ambientalistas venezolanos, quienes tienen sustanciales contribuciones y reflexiones de lo que debe ser nuestra educación ambiental. Debemos hurgar pensamientos y contribuciones, que siguen teniendo una singular vigencia y que nos ayudarán a avanzar en tan noble y significativa tarea.

Estamos seguros que las generaciones futuras nos agradecerán que, en el proceso de construcción de una patria digna, pujante y de avanzada, fuimos sustancialmente capaces de contribuir con sus procesos de formación, actualización y desempeño por las tantas co-responsabilidades que deberán confrontar y resolver, en la aplicación de su conocimiento para la revolución. Pero especialmente, porque lo vamos a hacer guiados por los legados de nuestros Libertadores y en medio de condiciones de asedio político-económico-militar-comunicacional tanto nacional como internacionalmente.

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