[ECOSOCIALISMO] – El “stress” de agua y la economía venezolana

Queremos antes que nada repudiar el despliegue de acciones fascistas-terroristas, que viene desarrollando la dirigencia de la MUD contra el pueblo de Venezuela. Algunas de nuestras y nuestros niños y jóvenes han venido siendo utilizados en este macabro plan que, mediante la siembra y el ejercicio del odio y la violencia terrorista, pretende destruir al país, para luego pescar en río revuelto.

Han sido precisamente jóvenes, algunos menores de edad, quiénes han perdido su vida como resultado de maniobras para tratar de inculpar al gobierno de dichos actos; o que han sido quemados de manera injustificable e insensata.

Por supuesto, esta desquiciada estrategia, que busca llevarnos a la guerra, afecta a toda la población, no sólo a las y los jóvenes. Pero preocupan las repercusiones que a futuro le están ocasionando al equilibrio eco-mental de toda nuestra joven población. Ojalá y estas afecciones psíquicas, no sean de carácter irreversibles ni repercutan hacia ellos mismos.

Otra víctima de los desmanes terroristas ha sido nuestro ambiente natural. Da tristeza ver los destrozos a parques, la tala y quema de miles de árboles en varias ciudades del territorio, la emisión de gases tóxicos provenientes de la quema de cauchos, plásticos, metales, basura y sustancias como gasolina y otros acelerantes. Son los árboles los principales productores naturales de oxígeno, de humedad y además, los precursores de nuestras cosechas de agua.

Si bien es cierto, que nos jactamos por el exceso de agua que Venezuela posee, desde hace años, hemos venido reflexionando; sobre la escasez o stress de agua que hemos estado padeciendo.

El stress de agua relaciona: la demanda de agua que tenemos, con los riesgos que existen, con la disponibilidad de agua y con la ubicación de la población en el territorio. Se infiere, que más del 87% de la población venezolana se encuentra a lo largo y ancho de la cuenca del Mar Caribe, donde al analizar los factores anteriormente mencionados concluimos que es una zona que sufre de stress de agua. (Núñez 2010).

Esta cifra del “stress de agua”, coincide con la recientemente publicada, por el Foro Mundial Económico, quienes en la imagen que se anexa, nos presentan el mapa mundial económico del agua. Allí, se observa que la región de Venezuela representada en color mostaza “que se supone que existe disponibilidad de agua, pero por alguna razón económica no es posible utilizar plenamente las fuentes hídricas”. Por ejemplo: irrupción en los ciclos hidrológicos, destrucción de cuencas hidrográficas; acueductos de vieja data y colapsados, represas a-colmatadas (excesos de sedimentos); contaminación, fugas y robos de aguas; fallas en los sistemas eléctricos; saneamiento y distribución ineficiente entre otras causas.

El color azul de la imagen, identifica los países y regiones que no tienen escasez de agua y los de rojos, escasez física del preciado líquido. (FME-2017)

En este nuevo aporte, el concepto de “stress hídrico”; nos presenta una importante identificación y está relacionado; con crecimiento demográfico y económico. Reafirman que 2500 millones de personas (36% de la población mundial) viven en zonas de stress hídrico y más de 20% del producto interno bruto global, se está produciendo en zonas de riesgos de escasez de agua. (FME-2017).

La producción de alimentos, en los últimos 50 años, se ha multiplicado 7 veces. El estudio del Foro Económico nos dice que la extracción de agua para riego representa el 66% del total de las extracciones y hasta el 90% en las regiones de poca fertilidad y de bajas precipitaciones, el otro 34% se utiliza en hogares (10%), la industria (20%) y finalmente, un (4%) se evapora.

Estas nuevas reflexiones, nos invitan a encarar el tema del agua, como un problema de seguridad y defensa del estado-nación. Esta condición de nuestra soberanía ambiental por debatirse, requiere del compromiso de todo el pueblo venezolano y de la presión social que debemos organizar, para poder avanzar en una “Política de Estado” para el agua.

Es urgente que se defina esta política ambiental, a corto, mediano y largo plazo; y debe estar ceñida a la construcción de esa soñada civilización futura. Debatir sobre el agua, es debatir sobre la vida. Es una prioridad impostergable preservar y producir sustentablemente el agua.

La política de agua, debe transversalizar, al menos, las siguientes dimensiones: la socio-cultural, ecológica, climatológica, productiva-económica, educativa-formativa, científica-tecnológica e industrial, la jurídica y la del ámbito geo-político e internacional.

En el caso específico de Venezuela, si bien es cierto que percibimos discretos avances en la política jurídica ambiental nacional, su aplicabilidad ha sido bien precaria. Aunque es tema para otros artículos, consideramos, que es propicia la ocasión, para que en el mes de agosto (2017) el pueblo venezolano, instale su histórica Asamblea Popular Constituyente y re-signifique los principios generales dedicados al agua, expresados en nuestra Constitución Bolivariana.

La constitución del 99 especifica en sus artículos 107 y 304: el “aire y agua a ser protegidos” y “respetando las fases del ciclo hidrológico” y “los criterios de ordenamiento territorial”, respectivamente. Por ejemplo: es recomendable el Titulo VI del Sistema Socio Económico en el Capítulo I, incorporarle al final del Articulo 304…ordenamiento territorial…desde la protección y restauración de nuestras cuencas hidrográficas, como también velar, en ese sentido, por los convenios entre países de aquéllas que son internacionales.

Es de interés mencionar que, en Venezuela, se vienen desplegando experiencias que le dan un carácter de poder constituido a la producción de agua. Por ejemplo: los caficultores de los estados Portuguesa, Barinas, Trujillo y Lara y su distrito motor de agua, vida y café, el cual tiene una cobertura de más de 150 mil hectáreas.

Otro digno ejemplo de resaltar, son las siembras de agua en los páramos andinos, experiencia original de Ligia Parra, quien con su modestia y sin mucha alaraca ha movido centenares de niños, mujeres y campesinos en la recuperación de más de 400 nacientes de agua en la geografía andina.

Los productores agro-ecológicos a nivel nacional, quiénes con sus eco-tecnologías, no solamente están produciendo alimentos sanos, sino que también recuperan suelos, semillas, diversidad biológica y cuencas hidrográficas.

Las distintas jornadas de reforestación, a nivel nacional que los movimientos campesinos y sociales, en articulación con instituciones nacionales y privadas emprenden, son expresión, del carácter del poder constituido a sus actividades propias, en la recuperación de algunas cuencas aledañas a su territorio. Es el modesto caso, de la Escuela Agro-ecológica de Montalbán y la recuperación de la cuenca del rio Montero del estado Carabobo. Por las cuencas Agua de Obispo, Montalban y Aguirre, aledañadas a la iniciada, se dan otros compromisos en avanzar.

Experiencias de este tipo, deben y tienen que multiplicarse en todo el país. Es por ello que se exige, con urgencia, darle rango constitucional a nuestra cuencas hidrográficas. Esto implica, que cada venezolana y venezolano, tendría el deber, de conocer, interpretar y saber difundir… ¿cómo se produce, protege, se trata, distribuye y comercializa el agua, entre nuestros territorios, ciudades y poblaciones?. Es tarea de todos; debe ser un mandato constitucional y debemos saber transmitirlo y difundirlo, para que exista la verdadera apropiación del poder constituido en la protección y producción de agua.

Esto implica la propiedad colectiva del agua con rango constitucional, para que no se pueda privatizar ninguna fuente de agua, desde un pequeño manantial hasta el río más caudaloso o el lago más grande. Debemos proteger además los mares y océanos que nos bañan. Esto debería incluir adicionalmente, la penalización severa a los que malgastan el preciado líquido; a los que contaminan los cursos de agua; y la creación de un período de transición para sanear los cauces contaminados en la actualidad y el redireccionamiento de las aguas residuales pertinentes.

Esto debería conducir a la materialización del Derecho al Agua, como un derecho esencial para el vivir bien y despierto entre nuestros cambios sociales.

¡El pueblo venezolano y los nuevos constituyentes tienen la palabra!

Referencias Bibliográficas

La Economía del Agua se hace cada vez más importante. (2017) En línea.
https://www.weforum.org/es/agenda/2017/03/la-economia-del-agua-cada-vez-sera-mas-importante.

Nuñez, M.A. (2010) Venezuela Ecosocialista un Debate Pendiente. Ed. Porta Titulo. Mérida, Edo. Mérida. Venezuela.

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