[ECOSOCIALISMO] – Paradigma del agua (Venezuela)

El agua, un recurso limitado e imprescindible para la vida, está siendo cosumida y contaminada a niveles sin precedentes. Factores como el aumento de la temperatura del planeta y el uso y degradación de los suelos aumentan el stress de agua con el que vivimos. ¿Es posible repensar la forma como administramos su uso y producción? ¿Es posible establecer nuevos paradigmas para nuestra relación con los recursos finitos del planeta?

Históricamente, hemos entendido que en la frase “crisis de paradigmas”, se encierran múltiples dimensiones; creencias tomadas como firmemente sustentadas son retadas por conocimiento emergente o por eventos que las ponen en entredicho. La “crisis de paradigmas” se interpreta como distintas crisis sistémicas y los subsistemas integradores de toda índole del saber y actuar. Por ejemplo: “la crisis económica” se traduce en crisis de acumulación y crecimiento, frente a los servicios finitos que nos ofrece nuestro planeta Tierra. Ello nos conlleva, a las “crisis ecosistémicas”; referenciadas, en el deterioro de los ecosistemas, pérdida, extinción y escasez de servicios de nuestra naturaleza. Acá lo valoramos como “crisis del conocimiento”; de cómo relacionarnos y referenciarnos frente a estas crisis. Lo que nos ha reflejado, la “crisis del eco-pensamiento” y con ella, “la crisis de la organización social de la producción”.

Como bien lo han venido sosteniendo, los seguidores del pensamiento complejo de Edgard Morín; está en crisis un modo de pensar. Agrega; “la crisis de paradigmas es el agotamiento de una manera de pensar, crisis de una lógica de pensamiento; crisis de una racionalidad fundacional de la propia manera de entender el mundo, de comprenderlo, de explicarlo”.

También entendemos, que desde las perspectivas de la producción de conocimientos, pudiesen estar en crisis, las metodologías y métodos que nos han llevado a profundizar y evolucionar. Se aclara, que no es que estamos en contra de los aportes, avances y beneficios de la ciencia y la tecnología, en la superación de múltiples circunstancias y problemas, que la historia de la humanidad ha cursado.

Afirmamos, necesitamos avanzar en la creación de nuevas metódicas, métodos y metodologías. Para superarlo; la crítica se especifica, en la excesiva idolatría a la lógica-razón-lógica en la construcción del conocimiento, sin haberse tomados las medidas de precaución, cuidado y sustentabilidad; por los otros tantos servicios abióticos y bióticos, que nos ha ofertado nuestro planeta.

Es el caso de nuestro preciado líquido “el agua”. Si bien es cierto, que vivimos un permanente “stress de agua”, siempre estaremos viviendo, pensando y tratando de actuar a favor de cómo superar el “stress de agua”. EL PARADIGMA DEL AGUA. Insistimos, los paradigmas se concentran en las distintas e inflexibles formas de pensamientos únicos, que nos hemos impuesto.

Nuestro preciado líquido, es y será indispensable para la vida. El agua, sin excepción es necesaria, para toda la sobrevivencia humana y sus distintos e infinitos movimientos.

Admitamos, nos hemos equivocado en saber pensar y racionalizar el uso del agua. El agua es un bien natural, al que todos deberíamos tener acceso sin restricciones. Recordemos, que en el mes de julio del 2010 la Organización de las Naciones Unidas recibió el petitorio de los movimientos sociales y está en resolución: “el agua potable y segura y el saneamiento básico constituyen un derecho humano esencial”.

La realidad es que millones de seres humanos están exceptuados del “derecho al agua”. Al día de hoy, cerca de 700 millones de personas procedentes de 43 países diferentes sufren escasez de agua. Para el año 2025, vivirán 1.800 millones de personas en países o regiones con escasez absoluta de agua y dos terceras partes de la población mundial podría acceder al preciado líquido en condiciones de estrés hídrico. (Unep 2005). Bajo el contexto actual de cambio climático, en el 2030, casi la mitad de la población mundial vivirá en áreas de estrés hídrico, incluidos entre 75 y 250 millones de personas de África. Además, la escasez de agua en áreas áridas o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 y 700 millones de personas.

Otros autores como Barlow (2009) señalan; «La población global se triplicó en el siglo XX pero el consumo de agua aumentó siete veces. En 2050, cuando tengamos 3 mil millones más de personas, necesitaremos un 80% más de agua solamente para uso humano; y no sabemos de dónde vendrá». Ese escenario es dramático, pues pone claramente en jaque la supervivencia de la especie humana.

En el caso de Venezuela, podemos afirmar que independientemente que tengamos suficiente y abundante agua (128 metros cúbicos/persona/día), más del 85% de la población del país sufre de stress hídrico, por cuanto se encuentra mal distribuida, se despilfarra por doquier, es contaminada y no habido una gestión política eficiente de producción de agua potable.

El stress de agua se mide a partir de la relación de tres indicadores representados en mapas que a continuación se describen:

Disponibilidad de Agua (Ver Anexo A – Mapa N° 1); tiene que ver con la cosecha o producción de agua. Se observa el deterioro de las cuencas hidrográficas y que desde la década de los años 80 del siglo pasado, no hemos visto desarrollar políticas coherentes para la restauración y preservación de las cuencas hidrográficas. No ha habido acuerdos tácitos e implícitos entre las autoridades del Ministerio de Ecosocialismo y Agua y los Directores Regionales del Instituto Nacional de Tierras (INTI) y las gobernaciones y alcaldías específicas. Esta articulación sigue a la deriva.

El Riesgo de Agua (Ver Anexo A – Mapa N° 2); se centra en la accesibilidad del agua para las actividades humanas, en el uso doméstico y productivo como agricultura, industria y otras actividades económicas, las cuales influyen directamente sobre la pobreza y la seguridad alimentaria. Este indicador nos enseña, que tenemos un alto riesgo, por cuanto más del 30% de la distribución de agua es redirigida a través de tomas clandestinas y las múltiples fugas por la obsolescencia (más de 60 años de uso) de la red tuberías que cubre el país. Así mismo la desaparición de los medidores y los tantos malos usos, que seguimos dándoles al agua.

Demanda de agua: (Ver Anexo A – Mapa N° 3) Recordemos, el consumo per cápita del venezolano es de 450 litros/día; el doble de lo recomendado consumir. El mapa en mención evidencia la demanda de agua en los estados o regiones marcadas y se le integra el indicador de usos del suelo (Ver Anexo A – Mapa N°4), el cual nos verifica los distintos deterioros ambientales-ecológicos que se ha ocasionado a nuestros suelos, por la actividad antrópica y contaminante. Recordemos que las distintas actividades agrícolas, siguen siendo, las de mayor demandas de agua. De la poca agua dulce en el planeta Tierra (2.3%), podemos utilizar el 0.3%. El 70% del 0,3% se destina a la irrigación en la agricultura, el 20% a la industria y queda apenas el 10%; de este 0,3% para uso humano y para dar de beber a los animales.

Es una situación precaria de stress del agua la que vivimos los venezolanos. Y lo más preocupante, es que lejos de implementarse medidas correctivas, la situación se está agravando de manera exponencial. No se está asumiendo y ni se le ha dado la debida prioridad que el tema agua exige. Se requiere toda una serie de capacidades gerenciales, de planificación y técnica para dar respuesta a la calidad y distribución del agua, para brindar oportuno servicio, y para brindar a todos los venezolanos la oportunidad de tener el vital líquido para nuestras necesidades y para beber agua con el adecuado nivel de pureza. Ante tan magno reto, todos, debemos saber asumir, las acciones que sean acordes a nuestras capacidades, para así mitigar la compleja situación del agua.

Es nuestra responsabilidad, saber ejercer la presión social y participar activamente, en el cauce de las propuestas necesarias, en cada espacio en el que hacemos vida.

En entregas anteriores, elaboramos iniciativas (ver abajo, cuadro propuesta y acciones para aliviar el stress de agua en Venezuela) que fácilmente, pueden ser asumidas, por nosotros y nuestras comunidades. Se presentan propuestas y acciones a corto plazo, que podemos emprender. Podemos por ejemplo, ir conformando las distintas infraestructuras verdes y grises, y progresivamente darle respuesta al stress de agua que nos agobia.

Las infraestructuras verdes son bastantes económicas, usan eco-tecnologías apropiadas, ahorradoras de energía y tendientes, no sólo a cosechar agua, sino también a recuperar nuestras cuencas hidrográficas. Debemos también implementar medidas de gestión para aprovechamiento del agua para actividades agrícolas.

Las iniciativas por emprender, deben ir referenciadas, acompañadas por los gobiernos locales. Se les debe exigir a ellos que—junto a las mesas técnicas de agua u otras instancias que se considere oportuno crear—comiencen a organizar las estadísticas que nos indiquen los principales usos del agua (doméstico, producción y agricultura) y poder asignar racionalmente, el aprovechamiento hídrico a los diferentes sectores. Especialmente en lo prioritario: la energía y la producción de alimentos. Lo de los datos es crucial, por cuanto estamos seguros, nos brindaría, el poder entender, el cuadro de prioridades, para generar las acciones, donde se exige de inmediato avanzar.

Debemos tomar urgentes medidas en el consumo de energía relacionado con el agua, como por ejemplo: conservar agua; prevención de fugas; aparatos con usos eficientes de agua; procesos para la recogida del agua, su tratamiento y reutilización en la jardinería, la construcción, la limpieza y el mantenimiento de distintos servicios.

Sin bien es cierto que el gobierno nacional, los regionales y locales, tienen sus responsabilidades, directas e ineludibles, en otras tantas iniciativas por el “drama del agua”; deben definitivamente entender, que no es sólo el dinero y la causa monetaria lo que mueve a las sociedades del mundo. Es la economía del agua y la energía, lo que en realidad nos da el movimiento en todas las sociedades. Son las prioridades, necesidades e intereses primarios en cualquier sociedad.

Cambiemos, los paradigmas y relacionémonos de manera diferente, encontrando, la corresponsabilidad social, entre todos nosotros y por las exigencias grupales y colectivas. Terminemos de una vez por todas, con la displicencia, la falta de articulación, coordinación y sinergia, que existe entre las distintas instituciones públicas y privadas. Ya han hecho historia, necesitan re-significarse; depurarse; ponerse al día y ser más útiles en las funciones y competencias que les corresponde asumir. Si no pueden hacerlo, denle paso a otras generaciones que vienen en camino.

No olvidemos, que nuestra presión social, también debemos saber ejercerlas. Nuestra formación permanente nos va a permitir encontrar nuevas formas de pensar, actuar y expandir nuestras acciones y compromisos. Despertemos, y permitamos que en el futuro nuestra juventud nos señale porque ni siquiera, fuimos capaces de darles a conocer y a gerenciar las válidas propuestas, para mitigar la severa y compleja condición que estamos padeciendo todos los venezolanos, como es, el stress de agua.

MAN Cuadro

Fuente: UNEP (2014) Guía Original de Gestión del Agua de la Infraestructura Verde. Disponible en www.unep.org2014. Adaptado por Miguel Ángel Núñez. En Stress de Agua en Venezuela. Instituto Latinoamericano de Agroecología. Paulo Freire. Bárinas Venezuela

ANEXOS

MAN disponibilidad de agua
MAN riesgo de agua
MAN demanda de agua
MAN suelosusos

Referencias Bibliográficas

Decenio Internacional para la Acción “El Agua es fuente de vida” 2005-2015. En línea.
http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/scarcity.shtml

Maude Barlow, (2009) Agua: pacto azul, en línea https://ambientedomeio.com/2009/07/10/a-crise-da-agua-pacto-azul/

Fuentes de los mapas: Núñez, M.A.(2010) Venezuela Ecosocialista un Debate Pendiente. Ed. Portatitulo, Mérida, Venezuela.

Fuentes originales de los mapas:

Mapa N° 1 (Disponibilidad de agua)
New, M.G., M hulme and P. d. Jones(1999), Representing 20th century space-time climated variability. I: Develpoment of a 1961-1990 mean monthly terrestrial climatology J. Climate. 12, 829-856.

Lehner, B., Verdin,K. Jarvis, A(2008) New global hydrography derived from spaceborn elevation data. Ecos, Trnasactions, AGU, 89(10): 93-94.

Mapa N° 2 (Riesgo de agua)
EcoSIG Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. IVIC(http://ecosig.ivic.ve) Globla Land Cober Facility, NASA- University of Maryland USA (http://glcf.umiacs.umd.edu).

Mapa N° 3 (Demanda de agua)
New, M.G., M hulme and P. d. Jones(1999), Representing 20th century space-time climated variability. I: Develpoment of a 1961-1990 mean monthly terrestrial climatology J. Climate. 12, 829-856.

Mapa N° 4 (Usos del suelo)
NASA, Boston University(2009) Moderated resolutions Imaging, Spectodiameter(MODIS), Land Cover(MOD 12Q1) Product, year 2003, Collecctiosn 5, EOSData Center.

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