[ECOSOCIALISMO] – Venezuela 2017: Propuestas frente a protestas e incertidumbres

Venezuela se acerca al 2017 con mucha incertidumbre en los escenarios de convivencia interna. Afortunadamente, y como sociedad joven, los venezolanos, han visto delineada una ambiciosa propuesta de transición societaria, en la Ley Plan Patria. Allí, audaz y objetivamente, en varios pasajes, se propone avanzar en una nueva eco-ética revolucionaria amalgamada en la propuesta civilizatoria, como lo constituye para toda la humanidad, el Ecosocialismo. Esta postura, tiene diferentes motivaciones y un inmenso potencial de convocatoria.

Desde este ámbito debemos interpretar el legado de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez. El percibía, que toda sociedad del mundo, debía construir su propio modelo societario, transitando en la ecuménica sentencia “Preservar la vida en el Planeta y la especie humana”. Responsablemente, incluimos a toda la sociedad venezolana. A los independientes (ni-ni); al grupo de los 15; a los Chavistas críticos que invocan el referéndum revocatorio del 2017 y a todos los sectores del gobierno Chavista, por tener el histórico privilegio de saber impulsar la nueva propuesta civilizatoria.

En la transición hacia el Ecosocialismo-Hoy, está planteando un debate teórico fresco, profundo e innovador, donde entre otras cosas se incluya:

– Cómo salir de la racionalidad impuesta planetariamente, de esta civilización fundada en la dominación perpetua de la naturaleza; de su paradigma científico-técnico y su modelo educativo-cultural globalizante; en fin de sus modos de reproducción de vida.

– La verdad planetaria, es que por la escasez de recursos naturales—entre otras razones—los crecimientos económicos no volverán, ni son ilimitados, como se sigue promoviendo. No más “ideología del bienestar”; “progreso” e “idolatría del crecimiento”. No más constelación de falsas creencias e intereses que le son consustanciales.

Es en la construcción del Ecosocialismo-Hoy donde se crean, se articulan, y se innovan las propuestas alternas de transición, en las más variadas áreas del conocimiento y del quehacer social. Ojo, no se trata de aliviar las caducas propuesta poscapitalistas, ni mucho menos, de mal re-orientar el uso de las ciencias y técnicas. Es más bien un abrazo a la complejidad y la transdisciplinariedad, en el ámbito social y político. Condiciones que siempre han estado alimentando la agenda ambiental-ecológica.

En estas dimensiones, concurren todos los saberes; con variadísimas expresiones culturales y sensibilidades. Sin excepción, esta multiplicidad de componentes, perfilan un potente asidero de experimentación intelectual para confrontar las propuestas, reflexiones y las prácticas más audaces para los ensayos e investigaciones en respuesta a la diversidad de temas socio-ambientales emergentes.

En el texto “Hugo Chávez un Huracán hecho Pueblo” (2016), el cuál constituye un buen ejercicio, para la interpretación del legado del Comandante Supremo, éste dejo delineada la transición del Ecosocialismo Bolivariano a partir de la siguiente propuesta:

– El estado venezolano debe plantearse un modelo de desarrollo que permita al ser humano en el centro de su atención reconciliado con el ambiente.

– Las riquezas naturales y el ambiente no deben contemplarse sólo desde la perspectiva de su conservación, sino también como recursos que hay que incorporar a la calidad de vida y al proceso de desarrollo.

– La rentabilidad social y económica de los recursos naturales y del ambiente del país, en un contexto de desarrollo sustentable, puede ser una de las mejores formas de colaborar con la desconcentración y también colaborar con la diversidad productiva, mediante la potenciación de la industria y los servicios relacionados con el ambiente y todo lo que ello supone. La realidad debe percibirse en toda su magnitud a través de un enfoque humanístico, integral y ecológico.

Se enfatiza el interés de primer orden para todos los venezolanos, la salvación del planeta, para lo cual se fija como metas:

– Estimular el respeto por los conocimientos y prácticas de nuestros pueblos ancestrales e indígenas.

– Profundizar la participación ciudadana y el protagonismo en los procesos de planificación, gestión, ejecución, vigilancia y control.

– Educar para el desarrollo, incluyendo en ella al ambiente como motivador central. Este tópico deberá permear todos los estratos sociales y todos los niveles y modalidades educativas.

– Establecer una política económica que gire en torno a los recursos naturales explotados en beneficio de los más pobres; con criterio de sustentabilidad intergeneracional, de manera que contribuyan, efectivamente, a la preservación y mejora del ambiente y la calidad de vida.

– Reducir con urgencia la huella ambiental de la industria petrolera y minera, así como de las actividades agrícolas e industriales; vincular a la ciencia y a la tecnología con el ambiente; y hacer compatible al ambiente, la calidad de vida y el desarrollo.

– Optimizar las condiciones de hábitat de los asentamientos humanos con una generalización de ciudades intermedias en lugar de las megalópolis existentes actualmente.

– Entender que los derechos ambientales son derechos humanos de los ciudadanos y ciudadanas.

– Establecer el pensamiento y actuar holístico en toda la gestión pública, así como la corresponsabilidad del Estado y la sociedad con una visión de sustentabilidad en el tiempo.

– El equilibrio ecológico y los bienes jurídico-ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad, constituirán un interés de primer orden en materia de relaciones e integración internacional. La política fronteriza incluirá al ambiente como elemento vital de su formulación y gestión.

Desde estos avances y para nuestra transición societaria, al Ecosocialismo-Hoy se le puede ir agregando otras nuevas ideas y/o propuestas. Incluso, algunas encaminadas en los distintos saberes y conocimientos.

En tales confluencias, estamos seguros, que emergerán muchos espacios y campos de coincidencias. Con las posturas, que se fortalecerán desde los movimientos sociales e intelectuales, y de quiénes se motiven, y se activen en relación a las complejidades y problemas de diferentes orden. De hecho ya existen experiencias en este aspecto.

Desde: ecologistas radicales; ambientalistas; culturalistas; eco-marxistas; eco-feministas; indigenistas; afrodecendientes; corrientes del buen vivir y vivir bien. Desde la diversidad sexual; desde espacios para educaciones alternativas para la vida; para la agroecología; entre otros tantos espacios con aportes ya consolidados.

Este abanico de actores, movimientos, circunstancias y condiciones, además de ser en nuestra actualidad, las opciones más viables para ir posicionando al Ecosocialismo-Hoy, también constituyen fuentes para renovar y refrescar el pensamiento de la izquierda latinoamericana.

Enfatizamos que no se trata de conformar un movimiento o partido político, ni mucho menos, de una tendencia o escuela de pensamiento, para pertenecer a una familia ideológica. El Ecosocialismo-Hoy es una propuesta urgente en permanente construcción, frente al cúmulo de desafíos y campos de acción que se nos avecinan para recuperar y preservar toda la vida planetaria.

En este 2017, son mis mejores deseos, que incorporemos estas propuestas y motivaciones en nuestras agendas de trabajos y de accionar político. Estamos seguros que de ellas, emergerán y confluirán otras múltiples acciones, las cuáles han de remover y mover los cimientos estructurales establecidos. Es desde allí, precisamente donde estamos convocando a comprometernos en la transición por el avance del Ecosocialismo… Hoy.

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