[EDITORIAL] A dos semanas de las Elecciones Presidenciales.

Ante un escenario convulsionado, principalmente por el shock hiperinflacionario, una nueva batalla electoral aparece en la palestra. En la editorial anterior comentábamos que la narrativa por parte del gobierno en vender las elecciones como respuesta mágica a la crisis, resta verosimilitud al discurso oficial y aleja a la gente de la comprensión de las verdaderas disputas que están detrás de esta contienda.

El próximo 20 de mayo, acudiremos a las urnas tal vez en el contexto más complejo que se haya vivido durante el proceso bolivariano, por un lado, con un gobierno que en medio de la crisis ha sorteado a favor los últimos escenarios electorales, apelando a paliativos como amortiguadores efímeros, mientras se aleja más del horizonte estratégico del proyecto socialista, a saber, Propiedad Social y vía Comunal al Socialismo, y sin poder aún superar estructuralmente, en favor de las grandes mayorías, el difícil escenario de guerra que desde el norte se orquesta y que tiene en las oligarquías regionales sus operarios. Por otro lado, una derecha fragmentada, la cual en su mayoría ha abandonado el escenario electoral, apostando a la alta abstención en los próximos comicios, para continuar así su relato de deslegitimación internacional y seguir abonando un desenlace no democrático al proyecto bolivariano.

Es vital entendernos desde la dinámica continental, y no pasar por alto que ya en Brasil prescindieron del escenario electoral con el arribo de Michel Temer y en Nicaragua ensayan un escenario de violencia ya probado sin éxito en nuestro país con las guarimbas 2014 y 2017. Las extremas derechas siguen tomando estados nación, legitimadas o no electoralmente, y reconfigurando su mapa de acción. Las próximas elecciones en Colombia serán también determinantes: el uribismo amenaza de nuevo con volver al palacio de Nariño, cosa que además de tirar al traste los complejos avances del proceso de paz, significará un recrudecimiento de la guerra que desde la frontera más dinámica del continente (ya sin las FARC en armas), se opera contra Venezuela.

Volviendo la mirada a la encrucijada más próxima (#20M), como aparente “electrón libre”, pero representando los intereses de estos mismos, el ex gobernador Opositor del Estado Lara, (recientemente derrotado en su aspiración a reelegirse), funge como alternativa para las bases opositoras que ante el descrédito de sus dirigentes no decidan abstenerse el 20 de mayo. En su discurso aprogramático sobresale, casi como su única propuesta, la implementación del dólar como moneda oficial, idea que los propios asesores económicos de la derecha, como José Guerra1Ronald Balza2Leonardo Vera3 y R. Hausmann4, consideran absurda, y que como iceberg esconde el grueso de las implicaciones que conlleva. Fundamentalmente la reprivatización de las industrias básicas, generadoras del 99% de las exportaciones, hecho que provocaría un estancamiento en nuestras reservas internacionales, siendo estas a su vez las garantes de la cantidad de circulante que desde el norte se nos permita gestionar. En su reciente artículo, “La Gran Transformación”5, Pascualina Curccio desnuda en 9 breves claves esta propuesta, dentro de ellas, la privatización de nuestras reservas y el endeudamiento externo resaltan como claves del ajuste neocolonial que una vez más, pagaremos lxs más pobres.

Los 16 millones de dólares que pública y recientemente aprobó el Gobierno norteamericano a representantes de partidos tradicionales de derecha, los legitima como autores de toda táctica política contra el gobierno de Maduro, de ese teatro de operaciones H. Falcón no está aislado, son todas cartas que se juegan y se combinan con un único fin, que no es sólo socavar los bolsillos y el estómago de la mayoría de lxs venezolanxs, sino fundamentalmente destruir la moral de la base chavista quienes aún sostenemos éste proyecto, haciéndonos creer que el mero intento de construir una sociedad distinta fuese el detonante del deterioro actual de las condiciones de vida en el país.

Ante lo dicho, ¿Cómo sería un país con el candidato del dólar en Miraflores? Al cese de los bloqueos y sanciones económicas, harán creer que efectivamente un nuevo gobierno, ha sido el responsable del aparente repunte que traerá el restablecimiento del comercio internacional con los países del Grupo de Lima y el resto de actores económicos, que hoy son vetados de negociar con Venezuela. Tal repunte será sólo un velo o una quimera incapaz de sostenerse, a cambio de un endeudamiento con los Organismos Financieros Internacionales, y bajo la tutela del imperio norteamericano y la Europa occidental, cosa que supondría un retraso de décadas en los caminos avanzados hacia las determinaciones soberanas de nuestros Pueblos, y al intento de quiebre con el orden hegemónico mundial.

El tejido social y organizativo será exterminado, o cuando menos disuelto. El candidato del dólar vende una imagen menos bélica que otros dirigentes opositores, pero si miramos las cifras de homicidios, muchos de ellos con terribles signos de tortura, durante las Guarimbas 2017, en el estado que él mismo gobernaba, será suficiente para saber que la violencia política contra el acumulado de base chavista, será parte de la política de estado, ya no sólo con grupos irregulares, entrenados en los escenarios violentos recientes, sino con las propias fuerzas públicas.

En medio de tal panorama, el 20 de mayo iremos contra la dolarización, por un voto antimperialista contra la injerencia y el ajuste neocolonial. No basta un triunfo electoral para retomar una genuina revolución popular, pero con el candidato del dólar, ese horizonte sólo desdibuja el panorama, con muchxs de nosotrxs, en él, y esto no es una metáfora. Votar en este contexto, es hacerlo para la supervivencia de un proyecto político que tiene un escenario de disputa contra su misma dirigencia, votar es asumir la necesaria recuperación del timón perdido, la apuesta por reconfigurarse desde el corazón del proyecto: la organización comunal y el aceitado del aparato productivo en manos de la sociedad toda.

¡Contra la política de alianza a los sectores privados quienes a su vez son los mismos que desarrollan la guerra que desde el gobierno se denuncia hasta el hartazgo!

¡Acudiremos a votar este 20 de Mayo por la posibilidad de disputa del proyecto chavista y genuinamente revolucionario: la vía comunal al socialismo!

Citas:

1. ¿Cómo detener la hiperinflación en Venezuela? – José Guerra. https://prodavinci.com/como-detener-la-hiperinflacion-en-venezuela/

2. Sobre la propuesta de dolarización de Francisco Rodríguez. Ronald Balza. https://prodavinci.com/sobre-la-propuesta-de-dolarizacion-de-francisco-rodriguez/

3. ¿Por qué la dolarización puede no ser buena idea para Venezuela? Leonardo Vera. https://prodavinci.com/por-que-la-dolarizacion-puede-no-ser-una-buena-idea-para-venezuela/

4. El espejismo de la dolarización. Ricardo Hausmann. https://prodavinci.com/el-espejismo-de-la-dolarizacion/

5. La Gran Transformación. Pascualina Curccio. https://tatuytv.org/index.php/analisis-y-opinion/4100-dolarizacion-la-gran-transformacion

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