INVESTIGACIÓN: Balance y futuro de la televisión comunitaria venezolana

Thierry Deronne / Escuela Popular de Cine y Tv

En junio 2014, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de la República Bolivariana de Venezuela, aprobó mi proyecto de investigación “Balance y futuro de la televisión comunitaria venezolana”. Durante casi un año, de diciembre 2014 a octubre 2015, recorrimos Venezuela para entrevistarnos con 35 colectivos de televisoras comunitarias, algunas activas, otras menos o apagadas. Agradezco la compañía a lo largo de este trabajo, de extenso aliento, a los compañeros y compañeras: en especial a Johanna Márquez, asistente principal de la investigación, así como a Maritfa Pérez, María Muñoz, Iris Castillo, Gladys Castillo, Yesica Rondón, Yuskeily Romero, Werling Duran, Katherine Ziems y Luis Ortuño.

Extiendo mi agradecimiento a las compañeras y a los compañeros de las televisoras y de las comunidades aledañas que aceptaron participar a esta anhelada sistematización, tantas veces postergada por el “tareismo” y el “toderismo” que caracteriza a nuestro movimiento: Canal Z y Quijote TV (Edo Zulia), Coro TV (Edo Falcón), Camunare Rojo TV y Bolívar TV (Edo Yaracuy, ) Lara TVe y Arañero TV (Edo Lara), Karache TV (Edo Trujillo), Tatuy TV y TVC Bailadores (Edo Mérida), TV Rubio, TV Michelena y Alternativa TV “Ureña”, Jaureguina TV, Montaña TV (Edo Táchira), Siguaraya TVe y Faro TV (Edo Acarigua), Galopando TV (Edo Guárico), Catia Tve, TV San Agustín y TV Caricuao (Dto. Capital), TV Tarmas y Cumbe TV (Edo Vargas), TV Miranda (Edo Carabobo), Telecimarrón, Afro TV, Guatopo TV y TV Petare (Edo Miranda), Teletambores, TV Limón y TV Zamora (Edo Aragua), TV Puerto (Edo Anzoátegui), Selva TV (Edo Amazonas), Calipso TV (Edo Bolívar) y Alba TV (Venezuela/América Latina).

Estas son las conclusiones finales de las conversaciones y reuniones sostenidas con 35 televisoras comunitarias a lo largo y ancho del país. Para recibir el texto completo de la investigación pueden escribirnos: [email protected]

Hemos recogido los testimonios por medio de conversas directas con los actores de la televisión comunitaria en todo el país, no como una simple lista de “recomendaciones para mejorar el modelo”, sino como una propuesta del cerebro colectivo para superarlo. Las soluciones de la TV comunitaria ya no pertenecen al presente sino al futuro social que pide superarla.

La primera fase de la investigación, la cuantitativa, nos ayudó a mapear los hábitos de los televidentes de las comunidades en las cuales opera cada medio. La fase cualitativa siguió la metodología de la Investigación-Acción Participativa para conocer el punto de vista subjetivo de las comunidades por medio de conversas con grupos focales, ya sean equipos fundadores del medio, ya sean colectivos produciendo programas o vinculados de una forma u otra con la televisora comunitaria. Las conclusiones que hoy aportamos conforman una propuesta colectiva para transformar el modelo de la televisión comunitaria así como el paradigma anglosajón de la comunicación social aún dominante en la Venezuela Bolivariana.

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Existir

“Tenemos que ver primero cual es el enemigo, en donde estamos, antes de enunciar toda estrategia” dice Tatuy TV. No existe aún en Venezuela una ley como la de los “tres tercios”, implementada por los gobiernos progresistas en Argentina, en Bolivia o en Ecuador, para democratizar la repartición de las ondas de radio y televisión. Las televisoras comunitarias de Venezuela apenas existen en el espectro radioeléctrico, podríamos decir que prácticamente no se ven, sin contar que muchas de ellas están fuera del aire. Este primer gráfico refleja los hábitos de personas viviendo en zonas aledañas a las televisoras comunitarias, el segundo representa las audiencias a nivel nacional.

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El problema técnico más urgente es su indefensión ante el latifundio radioeléctrico.

Los entrevistados destacan en su mayoría un cambio entre la fuerza propulsora de los años de Hugo Chávez y las políticas actuales. En algunos casos, la escasez de recursos o la lentitud de respuesta del Estado han favorecido, esto se ve sobre todo en el campo de la radio comunitaria, la deriva hacia lo comercial como forma de sustento y la consecuente pérdida de identidad comunitaria. Muchos ven como paradoja que, cuando el Plan Patria habla de desarrollar las redes de comunicación comunitaria y el gobierno habla de construir un Estado Comunal, no se evalúe en su justa medida la ventaja estratégica de la televisión comunitaria.

En un estudio realizado por la firma Hinterlaces en septiembre 2015 (13) sobre “¿qué medios de comunicación en particular utiliza usted más para informarse sobre lo que pasa en el país?”, los consultados respondieron: televisión nacional, 33 %; televisión internacional, 16 %; televisión regional, 0,3 %; periódicos, 19 %; portales de noticias, 10 %; Twitter, 0,6 %; Facebook, 0,5 %; radio, 0,4 %. La investigación “Imaginarios y Consumos Culturales en Venezuela” publicada por el Ministerio de la Cultura en octubre 2015 (14) indica que 78% de los venezolano(a)s ven televisión todos los días. A la pregunta “¿Que más le orgullece de Venezuela como país?”, el mayor porcentaje (27%) contesta “sus paisajes hermosos”, 12% dice “su gente”, 12% “su comida”, 12% “su cultura”, 3 % sus “mujeres hermosas”, 1% el hecho de “ser el país de Bolívar”, 1% de ser “el país de Chávez”, 1% “su historia política contemporánea”… ¿Por qué entonces ese obsesivo lema de “la batalla principal está en las redes sociales”? No será para evitar de iniciar una transformación profunda, estructural de las prácticas comunicacionales, del imaginario televisivo y de la propiedad del espectro?

Sin embargo, en las dos fases de la investigación, la mayoría de las 35 televisoras entrevistadas ha rechazado la posibilidad de transformarse en estaciones comerciales o de usar la publicidad comercial, y prefiere las pautas públicas o cualquier otro tipo de fuente de ingresos, siempre que no alteren la vocación original de la televisora comunitaria. “Porque el día que seamos fortalecidos por una empresa privada dejaríamos de ser comunitaria y pasaríamos a estar muy  poco comprometidos con las comunidades” (Karache TV).

En el balance ofrecido por los participantes aparecen también autocríticas sobre la falta de coordinación o la sectorización de las televisoras comunitarias, lo cual conviene a los estratos más conservadores del Estado, el exceso de celos territoriales, de personalismos y/o de grupalismos, la necesidad de llevar a cabo esfuerzos mayores para insertarse más en la comunidad y para desarrollar una autentica participación comunitaria en la televisora, así como el sentimiento de pertenencia de sus integrantes hacia las herramientas otorgadas por el Estado. “Nada de cogollismo, nada de tema comercial” dice un integrante Arañero TV, “tenemos que ser totalmente sociales”.

La escala humana

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Se valora el hecho que la televisora comunitaria ofrece una escala humana de trabajo, descartada por el medio comercial. “De hecho en muchos momentos no nos decían Giordano, Johnny, sino “Televisora Karache” o “Radio Minumbosc” , en otras partes ya nos reconocen y así nos sentimos pues, nos sentimos respaldados, nos sentimos reconocidos…”  Casi todos explican que han llegado a este medio a través de un lazo de parentesco o de pura amistad. Se habla mucho de la “familia”, de la mayor convivencia interna, de la posibilidad de trabajar en grupo, de superar la división del trabajo, de crecimiento personal, de comprensión y de construcción de códigos nuevos. Para una integrante de Karache TV: “eso te lleva a que tienes que crecer como persona, hay que crecer para entender un medio de comunicación alternativo pues de alguna manera reúne la necesidad del pueblo y bueno ahí llega mucha información que hace que tú te vuelvas un poco más sensible.”

Estas raíces de un futuro humano se perciben con mayor fuerza en los mudos de mayor cohesión comunitaria, como en Bolivia: “No es porque en otro espacio pudiera estar incómodo, pero el hecho de que estén a mi lado: una hermana haciendo la entrevista, un hermano manejando la cámara, las luces, el sonido, todas esas cosas (…) es como estar en casa” (…) “La gente siempre quiso saber por qué nosotros ponemos ‘responsables’ y no ‘director’. Siempre hubo esa pregunta, y lo que yo supe es que eso es producto de una reflexión que se hizo hace dos años, de que o es el director en el sentido occidental del que nada a todos: el gran jefe sentado ahí. Desde un punto de vista propio asumo que el responsable es una persona de la comunidad, de la región, que puede explicar a la comunidad los problemas que pueden darse a producir. Si por ejemplo la comunidad reclama por algo, este responsable tiene que atender. El término ‘responsable’ obedece a eso, él se involucra con la comunidad, es parte de esta, conoce todos los problemas del lugar. No es un director que plantea un tema y después lo investiga, sino que es alguien que forma parte del lugar”. (Alfonso Gumusio Dagron) (14)

El encuentro entre mundos diferentes

En contraposición a la división impuesta por la televisión entre Caracas y el “monte y culebra”, se valora la interacción con las zonas rurales, la integración intercultural, intercomunitaria, la posibilidad de establecer una relación nueva campo-ciudad (Guatopo TV, Zamora TV).

Se ve la televisora comunitaria como una vocera más de los movimientos sociales, de las luchas sindicales, campesinas, indígenas, por la emancipación de  la Mujer y en apoyo a los movimientos de la diversidad sexual, y de manera general con todas las luchas de derechos humanos, con la defensa del ambiente y en contra de todo lo que destruye la tierra, contra las semillas transgénicas, planteando una revolución cultural que valore al campesino como principal productor de la vida de una sociedad, la reforma agraria, las semillas autóctonas, la construcción de mundos alternativos como la “comuna ecoturística” (TVC Bailadores).

Se trata en este sentido de crear una “Cartelera de las luchas” (Alba TV) pues como lo dice un integrante de una televisora “de alguna forma nos complementamos incluso en visibilizar nuestras propias luchas, no solamente la lucha de las televisoras comunitarias sino la lucha de otros colectivos que se van vinculando a las televisoras o a todos los medios comunitarios, a las radios para esa misma visibilización. Nos vamos fortaleciendo porque de alguna manera vamos aprendiendo experiencias de otros colectivos que no tengan necesariamente que ver con el medio comunitario y así nos vamos complementando, ¿Qué hacemos, donde estamos, en que nos podemos ayudar? porqué definitivamente esto nos enseña que solo en colectivo podemos avanzar. Yo creo que es una de las más grandes experiencias que uno puede traer a colación este momento: la voluntad de estar ahí donde tiene que estar en el momento que tiene que estar: con la lucha popular que eso es de alguna manera lo que nos fortalece, digamos que es la misión y es parte de la responsabilidad que uno tiene por estar en un medio comunitario”.

La programación, críticas y propuestas.

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Como lo vimos en el análisis de la parte cuantitativa, la hegemonía histórica de la televisión comercial explica las palabras de un integrante de TV Caricuao “todas las televisoras comunitarias hacemos lo mismo” o de un compañero de Selva TVe: “pareciera que todos tuviésemos el mismo chip en la cabeza”.

El mayor enemigo de la televisora comunitaria son los cuatro muros y el Chroma-Key del estudio como forma de regresar a la democracia representativa: la comunidad vuelve a delegar su poder a estrellas, cronistas, periodistas que hablan dando la espalda a la comunidad reducida a un telón de fondo. Para Lara Tve, la televisión comunitaria debe ser una televisión fuera de la televisión, sus espacios naturales de trabajo son la calle, los centros de trabajo, de estudio, de producción, de creación y sus actores son los grupos de producción comunitaria formados por la televisora.

Basándose en las fortalezas de la escala humana ya evocada, los colectivos reflexionan sobre la parrilla como un elemento abierto y versátil en función de una participación popular que por naturaleza no puede ser planificable: una parrilla más interactiva, más cercana a las dinámicas, más atenta a las necesidades del movimiento social, a la creatividad y a las formas populares de comunicación como las fiestas del barrio y con una atención muy particular puesta en los microprocesos cuya acumulación es la que “mueve la realidad al final” (Quijote TV).

La clave está en construir una programación en base a las dinámicas, necesidades, gustos y  organizaciones que ya estén funcionando dentro de la comunidad. Casi todos los participantes evocan el fuerte impacto que representa para la comunidad la transmisión del deporte comunitario. TV Petare expresa su grata sorpresa ante la densidad de las ligas, redes deportivas que se volvieron rápidamente aliadas prioritarias de la televisora y Lara Tve considera esta alianza con los deportistas populares como una vía privilegiada para involucrar a la juventud de las actividades de la televisora. De la misma manera, se valora la participación efectiva de muchas redes de músicos, rockerxs, raperxs, bandas rebeldes… TV Miranda habla de una televisora que abra sus puertas a la juventud, una televisora fresca abierta a la nueva generación. La TV comunitaria actúa para reconocer a sectores culturales o a talentos fuera de la lógica comercial, p. ej. al promover el deporte comunitario o la canción no industrial: “Me involucro en Faro TV por la siguiente razón de que soy rapero y mi rap se dirige al pueblo más que todo no, lo que canto y lo que transmito es más que todo a la sociedad y este bueno mis ideas y mis temas son transmitidos por la televisora”. En Canal Z hablan de la música liberada del yugo comercial: “como canta-autora he podido vivir esta vinculación, este apoyo que me han dado los medios comunitarios, por eso me hago parte de los medios, porque también de alguna manera conocí el monstruo privado, y saber cómo se produce o como se forma un cantante más allá del talento porque en ese tipo de medios privados no es tan importante el talento o el mensaje o el contenido que uno puede llevar sino esa parte comercial pues”.

Ante la ocupación cultural (ocupación en el sentido militar de la palabra) de Venezuela por la cultura norteamericana, es vital anclar la heroicidad colectiva en el reencuentro con los guerreros indígenas, propone Lara Tve. Como lo dice Knela, cantante venezolana de rap: “Sabemos que existen inteligencias superiores que nos ponen a sufrir, por esto mismo tenemos que arraigarnos más en nuestra cultura originaria”. Se habla de apoyar los esfuerzos de  transmisión cultural ante todo como medio para la participación, el reconocimiento, la dignificación, la inclusión al proyecto nacional y luego como factor de creación de la memoria colectiva y  de cohesión de la comunidad. Dice un integrante de Karache TV (Trujillo): “Creo que el papel que juegan los medios alternativos en lo que es el desarrollo cultural a nivel nacional pues es preponderante” y según un integrante de Selva TVe: “La televisora comunitaria para mi debe involucrarse mucho más con la comunidad, que por lo que yo estoy viendo, buscar más que todo las comunidades indígenas, por parte de que, se están perdiendo las culturas ancestrales la cultura de nuestros ancestros, entre ellos la mía, entonces la televisora comunitaria debiera involucrarse más en las comunidades de los ejes carreteros norte sur y el oeste, por el Gavilán, para darnos a conocer, el trabajo, ¿cómo vivimos, que es lo que se hace, en que se trabaja?. Por qué hay muchas partes donde siempre tienen otros canales, entonces no muestran lo que deben  mostrar, entonces como que mostrarían lo que le interesaría a ellos, entonces no muestran la… hay unos que muestran la cultura nuestra pero hay otros que no la muestran, por lo menos la alimentación nuestra, la comida autóctona de nosotros tienen que conocerlo más”.

Valorar el antes y el después, lo local y lo global, de una información. Buscar el origen de las cosas: ejemplo, un campesino sacó su primera cosecha, nosotros somos los primeros que tenemos que estar ahí visibilizando cuál fue el proceso que llevo a ese campesino a tener esa cosecha,.. (Arañero TV, Tatuy TV).

Desarrollar la ficción popular como rescate y descolonización de géneros populares (telenovelas, comedias…) y como factor de alta identificación comunitaria que luego desemboca en una mayor identificación/participación en las actividades de la televisora como “cronista colectivo” (TVC Michelena, Tatuy TV, Canal Z).

 Tatuy TV reflexiona sobre la importancia de “diseñar una programación ajustada a eso, es decir, no para satisfacer los gustos actuales de la gente sino para entender lo que consume culturalmente la gente para partir de ahí, generar una estrategia que nos lleve de la situación actual a una situación donde podamos transformar el consumo audiovisual de la gente, donde podamos tener incidencia en subjetividad de la gente, en sus símbolos, en sus signos, en sus discursos, en su significado porque finalmente la lucha ideológica es una lucha por significado”.

Este método lo sigue por ejemplo, en Bolivia, el Sistema Plurinacional de Comunicación de Pueblos Indígenas Originarios Campesinos e Interculturales: “El sistema se utilizan los códigos propios del medio, se proponen y ensayan nuevas formas de relato, considerando maneras propias de contar y de expresar, así se elaboran reportajes, videos musicales, informativos, animaciones y otros. (…) Esto también por la necesidad de romper con estructuras narrativas colonialistas. Hay que visualizar lo indígena, pero hay que tener cuidado en la forma, deben superarse las visiones antropológicas y etnográficas tradicionales”. Entrevista a Abel Ticona, del CEFREC, por Cecilia Quiroga, La Paz 2011. Gumusio 132). “El hecho de tratar temas sociales no significa que deban necesariamente ser abordadas en tono lastimero y quejumbroso; sin embargo se puede apreciar que muchas  de las producciones adquieren este matiz y exploran muy poco las posibilidades narrativas y reflexivas que puede entregar la comedia y el humor. (…) Los personajes de la ficción viven los problemas sociales pero ni sienten ni aman, ni se reflejan sus conflictos internos, fenómeno que hasta cierto punto podría deshumanizar a los personajes y quitarles las posibilidades de empatía, reduciendo los argumentos a un nivel puramente discursivo, reforzado los estereotipos.”

También se nos habla de crear el imaginario de escenarios futuros – lo que hoy parece imposible sería posible mañana: desde lo socio productivo comunitario, al horizonte creciente de los derechos sociales: “Formación en derechos humanos, derechos de los niños, de la mujer como sujetos protagónicos. En una cosa de estas como por ejemplo en este municipio que nunca se pensó una universidad hermosa aquí mismo, nunca se pensó tener casi que un ambulatorio número uno, nunca se pensó que iban a traer tantas viviendas, menos una televisora, entonces aunque lamentablemente no todos han roto ese muro que les impide llegar a aprender, pero la esperanza es que los niños y estudiantes que vienen aquí todos los días se vayan de una manera motivado, ellos son quienes van a hacer la televisión en un futuro.”(Siguaraya TV, Arañero TV)

Función social

Activar la televisora como medio de intervención social (= de investigación-acción participativa). “A veces uno ve enfrentado pueblo contra pueblo. Y el trabajo que hacemos en la televisora de grabar del video, de ir, conversar con la gente, de publicarlo a través de la pantalla cuando estábamos al aire, o por la vía web, la gente ve mucho el material” (Calipso Tve). “El hecho mismo de que la gente discuta un tema en una asamblea que está siendo televisada o que está siendo grabada o que sobre eso se va hacer un trabajo audiovisual, implica que la gente maneje bien clara la información de lo que está pasando en su comunidad, eso también va a contribuir a que se organicen” (Selva TVe).

Por ejemplo cuando se habla de Programas para niños y adolescentes – formación de valores y de conciencia, siguiendo el modelo de la “escuela conuquera” (espacios de creación, productivos, agroecológicos..) o de las “canchas de paz”, un integrante de Lara TVe va más allá: reinterpreta el tema de la seguridad desde la participación: “Y como proyectos a futuro, tenemos el control de tierras que están en el territorio de la comuna, que tienen vocación agrícola que se pueden sembrar, hay algunas problemáticas ahí con la movida de la delincuencia, jóvenes que son prácticamente víctimas de violencia social, no estamos hablando del malandreo de los barrios, sino de jóvenes que han sufrido la violencia del sistema  y han sido mantenidos al margen de los proyectos políticos que han existido, entonces actúan de esta forma, de algo heredado, entonces, tenemos el proyecto de buscar una articulación con los compañeros, darles formación a sus hijos a sus hijas, a su comunidad, buscar la articulación con ellos y a ganarnos el respeto respetándoles a ellos, respetando su espacio de vida, y buscar la posibilidad de sembrar en ese territorio y que ellos puedan tener su parte pues. Que pueda haber una laguna de cachamas o la siembra de algún rubro y que sea controlado por ellos, y que otra parte sea controlada por nosotros y que podamos articular, impulsar políticas en conjunto pues. Hay gente que podría pensar “es difícil”, pero nosotros creemos que ellos, al ver que se está solucionando un problema en su comunidad (porque al final ellos son como la seguridad de su comunidad pues) y al garantizar en parte la seguridad alimentaria, van a empezar a ver la cuestión desde otra óptica pues y a nosotros como un aliado pues.  Entonces creemos que por ahí podemos empezar a hacer un trabajo pues.”

Desarrollar la televisora comunitaria como “sala situacional” social, capaz de realizar a través de sus programas un “diagnóstico en vivo”, permanente, de la realidad comunitaria. Hacer análisis económicos participativos en vivo en la calle, en los centros de producción… (Quijote TV). Una información popular, vivida, diferenciada, de tipo “Punto y circulo”: “ver el mundo con los ojos de…”

La información vista desde el punto de vista del campesino por ejemplo. Lograr articular sectores donde la hegemonía mediática tiende a separar o comunidad/Estado, ser el motor permanente de la transformación del estado (célula viviente): es la escala exacta para poder ver los procesos económicos, sociales, etc… Asumir la cultura democrática de la crítica, practicar la televisión comunitaria como un cerebro colectivo, como puesta en red horizontal de opiniones diversas (Bailadores TVC).

Desde esta escala la televisión comunitaria surge como “servicio público”. En Catia Tve un testigo afirma: “eso es lo que el venezolano cree pues, el venezolano no cree en la burocracia, el venezolano cree en que voy a buscar un amigo y el amigo me va ayudar”. Muchas televisoras se transforman en válvulas de escape para los reclamos populares, o en espacios de reunión para organizaciones muy variadas. Un dato interesante es que a menudo los testigos hablan de la televisora comunitaria, en paralelo con la implementación de servicios de luz, de agua, como si se asociaran los conceptos de servicios públicos elementales, con el de la televisora comunitaria (Guatopo TV). En casos como el de Bailadores TVC, la televisora comunitaria se asume como “complemento perfecto” del Estado, de la Universidad, del MINCI, de Tecnología, de Salud, etc…

El problema de la formación

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“No ha venido ningún profesional a explicarlo o a contarnos o a darnos una enseñanza” (Karache TV).

La capacitación es precaria, y ello se evidencia, a veces, en producciones que no logran procesar la dialéctica de la realidad social. Es necesario evitar la deformación y la recolonización del personal de las televisoras comunitarias por el modelo anglosajón de la comunicación social, aún en vigor tanto en las universidades privadas como en las surgidas con la revolución. Una “profesionalización” mal entendida, como se ha hecho en otros países, siempre transforma un medio comunitario en copia de lo dominante. Urge transformar río arriba la enseñanza de la comunicación social, para hacerla coherente con el nuevo modelo social, participativo y protagónico, liberador y descolonizador. Esto permitirá generar un nuevo “profesionalismo” de la participación y de la investigación (testimonios de TV Petare, Coro TV).

El papel de la formación integral es hacer de los trabajadores de la televisión comunitaria un cerebro colectivo al servicio del pueblo, algo así como su intelectual orgánico. Formados en Historia, economía, sociología, filosofía, etc. podrán cruzar sus conocimientos con los saberes populares y así contribuir a generar acciones transformadoras antes, durante y después de la investigación participativa, de la producción de un programa, de una discusión posterior.

Esto permitirá formar a narradores sensibles y capaces de poder encontrar una solución dramatúrgica a un problema artístico/ideológico sin tener que apelar a las técnicas dominantes (comerciales). Para ello, es preciso también devolver al pueblo los conocimientos generados durante más de un siglo por los trabajadores del cine y de la televisión. Aprender todas las fases técnicas no es un fin en sí sino el medio para que cada uno(a) pueda entender el trabajo de lo(a)s demás, intercambiar roles y pensar el conjunto de la producción. No tiene nada que ver con la polivalencia técnica tal como la practica la televisión capitalista con el fin de reducir su personal y maximizar su ganancia.

 “En Bolivia, el Sistema Plurinacional de Comunicación de Pueblos Indígenas Originarios Campesinos e Interculturales: La formación integral es parte de la metodología que se utiliza en todos los espacios de capacitación, y está referida a aquella que incluye, además de las técnicas en producción audiovisual, la formación política, lo que ha permitido que varias personas hayan podido llegar a ser dirigentes en sus propias comunidades”. (Alfonso Gumusio Dagron 117) La capacitación se constituye en una acción integral que va más allá de la instrucción. La formación va más allá de lo meramente técnica, incluyendo módulos de formación social, cultural y política, lo que determina al audiovisual como una herramienta que aporta al cambio social. (136)

 “La capacitación de los actores involucrados en los procesos de producción y difusión de cine comunitario es un tema central, pero debe encararse desde una perspectiva menos tradicional, que no esté anclada en las escuelas de cine que, generalmente, favorece la formación de realizadores-artistas, y prioriza el cine de ficción sobre el cine documental y testimonial. El modelo de una escuela o programa de capacitación itinerante, que responda a las solicitudes y requerimientos de las propias comunidades, en sus propios espacios, a través de talleres intensivos, sería absolutamente novedosa en el panorama de la formación cinematográfica de la región. La experiencia con la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, el principal programa de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL), sería uno de los insumos. Otro aspecto innovador de ese proyecto sería la construcción de alianzas con cineastas y grupos de producción independientes en cada país, para participar en calidad de profesores en los talleres de capacitación de una escuela itinerante de cine documental.” (Alfonso Gumusio Dagron 72)

Necesidad de una selección orgánica.

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Un problema frecuente que enfrentan las televisoras comunitarias inmersas en la cultura capitalista, es que terminan capacitando a un personal para los medios privados. La solución está en la construcción de otra hegemonía cultural, ya lo hemos mencionado anteriormente. Mientras tanto, TV Petare plantea formar en prioridad a lxs vocerxs con trayectoria comunitaria y elegidxs por las organizaciones populares. La experiencia lo enseña: sin esta etapa previa de trabajo de base, la televisora será percibido como algo artificial, como una “invasión” (Freire).

“Este método lo sigue por ejemplo, en Bolivia, el Sistema Plurinacional de Comunicación de Pueblos Indígenas Originarios Campesinos e Interculturales: “Capacitación y entrenamiento de producción audiovisual a comunicadores indígenas originarios campesinos, los cuales, respetando la organicidad, son elegidos en asambleas bajo ciertos parámetros establecidas por la propia comunidad u organización” (Alfonso Gumusio Dagron 116)

Un ciclo previo de formación permite a la comunidad asimilar su papel de sujeto del medio. Permite también propiciar la interacción de cada punto de la comunidad con su televisora, para apoyar el desarrollo de la democracia participativa y protagónica (enfrentando la falta de información generalizada en la población, por ejemplo sobre las leyes del Poder Popular) sin perder de vista la multiplicidad y riqueza de otras formas de organización popular ((Calipso TV, Selva TV, TV Petare, TeleCimarrón). Enseñar las Leyes del Poder popular, de las pedagogías de la liberación, de las experiencias de construcción comunal. “En Selva TVe nos planteamos reforzar la formación y un día si aquí hay 300 barrios, tendremos 300 Selva Tve”.

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Una red de apoyo

Ante la debilidad de la oferta formativa, se plantea ampliar la escala de una escuela nacional de televisoras comunitarias, que puede tomar la forma de una “cayapa” permanente de intercambio de saberes, desde cada televisora (“nadie sabe todo, todos sabemos algo”). Montaña TV plantea un “proyecto con mucha más ambición, se ha estado hablando de la escuela de formación por el poder popular, tenemos el proyecto ya realizado gracias al convenio con la UNEFA que nos hicieron el proyecto todo completo, estamos esperando ya la canalización para ejecutar este proyecto. Es un proyecto importante. Porque siempre se presentó como una escuela latinoamericana, practicar talleres que teníamos con la EPLACITE desde hace años, hablando del 2000, 2003 de hecho, crear la escuela latinoamericana a nivel de todos los estados.” “Aunque nosotros hemos dado formación y talleres sobre todo en ese aspecto de la parte tecnológica nos damos cuenta que no es suficiente porque cada vez van surgiendo cosas nuevas y van surgiendo equipos y aparatos nuevos y la gente necesita reciclarse” (TV Caricuao).

La relación con el Estado

El Estado representa la posibilidad de apoyar a un personal sin el cual la televisora no puede mantenerse mucho tiempo: “Estamos trabajando 13 televisoras con una magnitud de esa que tienen que estar trabajando mínimo 40 personas, mínimo según lo que se ha hecho para poder mantener una televisora con todos los estándares, por qué, porque resulta que Montaña tv ya no es del municipio ahora es de todo el estado” (Montaña TV). TV Petare o Selva TVe hablan en el mismo sentido: “se necesitan 32 personas operando para que todo funcione y eso no está en el voluntariado”. Tanto para mantener la actividad interna como externa (inserción en la comunidad y formación de formadores) y evitar la tragedia de perder la experiencia acumulada, las rupturas en los colectivos: “Uno de los principales problemas ha sido eso que no podemos mantener, no podemos ser constantes en un trabajo si no tenemos la capacidad de solventar las necesidades básicas del individuo o de la persona que hace vida acá. Entonces es cuando pasa que la persona necesita trascender del medio, después de que él pudo aprender mucho, lamentablemente no puede continuar acá haciendo lo que le gusta, sino que necesita buscar soluciones a sus problemas individuales básicos, el sustento de su familia.” (TV Puerto). Unxs participantes observan que tal inversión tendría grandes efectos sin necesidad de llegar, en su escala económica, a la décima parte de lo que se invierte por ejemplo en la productividad del sector agrícola.

Todos los colectivos, evocan las grandes dificultades para poder movilizarse a todos los sectores de la comunidad. Por ello se solicita un apoyo del Estado para adquirir vehículos (dotación de transporte, así como por ej. los “camiones comunales”). Siguaraya TV (Portuguesa) lo expresa así: “uno de los grandes problemas que nosotros tenemos es la falta de ese medio de transporte porque como ustedes lo saben es difícil salir con una cámara con todos los equipos para hacer los trabajos en la calle, en un libre en un taxi…”

Para TVC Bailadores: “Uno de los problemas que hemos tenido, creo yo, es la parte de transporte, nos gustaría que la televisora pudiese tener un carro pequeño, por lo menos una Vans para llevar todos los equipos para nosotros movernos a donde hacemos transmisiones en vivo, eso sería vital, que pudiéramos tener una camioneta, una vans por ejemplo, que en la vans pudiéramos meter todos los equipos, salir de acá con nuestro personal y hacer la transmisión en cualquier parte del municipio.” Para Karache TV, “la participación no es más amplia por limitantes de logística solamente”. Etc…

De manera general, las televisoras comunitarias necesitan más apoyo técnico, más seguimiento técnico (varias recibieron “casi todo el material de alta tecnología del convenio Cuba-Venezuela” en cuanto a edición, producción, estudio, sonido, pero… siguen fueran del aire por la mayor dependencia y por no tener “el tornillo faltante” que puede ser, según los casos, el sistema de aire, el transformador eléctrico, un simple cable adecuado y no poder adquirirlo por su alto costo) (testimonios e.o. de Camunare Rojo TV, Teletambores, Canal Z, Catia Tve..).

En el caso de las que no fueron beneficiadas por un convenio tecnológico, se solicita una dotación para poder trabajar normalmente: “Contamos con muy poco equipo, apenas contamos con una computadora de edición, cámara tenemos 3, y el resto son prácticamente equipos que hemos recuperado por allí… Nosotros creemos que la solución está en manos del Estado es el Estado quien tiene la capacidad de ayudar a los medios comunitarios” (Karache TV).

Ante la dependencia económica/tecnológica la solución estructural pasa por la creación de una escuela/fábrica nacional de material y repuestos de tecnologías de  transmisión, grabación y edición para las televisoras comunitarias.

El uso del software libre debe jugar un papel importante en la descolonización técnica (Faro TV). También se vislumbra la necesidad de readecuar la técnica con el medio: se puede inventar una mayor interactividad comunidad/medio a través de técnicas digitales, personales, livianas. Hay que pensar en una red de trabajo que sea una ventaja para cambiar la clásica relación del medio que cubre pautas en la comunidad para ser una puesta en red de pequeños productores móviles. No hablamos de comunidades de ego virtuales: la promesa de las nuevas tecnologías debe casarse con una mayor organización social.

Para garantizar la autonomía energética y generar una tecnología propia de la televisora comunitaria, se sugiere que los entes competentes del Estado apoyen las emisoras con la instalación de fuentes alternativas de alimentación eléctrica (viento, agua, sol).

Otras propuestas expresadas:

    – Crear centros de apoyo técnico y permanente del Estado a las Televisoras comunitarias a nivel regional.
    – Crecimiento exponencial de los departamentos de medios comunitarios en los distintos entes públicos.
    – Intensiva campaña nacional de información, sobre lo que es una televisora comunitaria, promoviendo la apropiación popular de la misma.
   – Financiamiento de las actividades comunitarias, de las Televisoras comunitarias, a través de un Fondo parecido al Fondo de Responsabilidad Social, para sustentar de forma permanente la televisora comunitaria. Activar una de las disposiciones de la Ley Orgánica de Educación, sobre la educación crítica de los medios, desde la primaria, y de manera general, crear convergencias formativas entre todos los programas culturales del gobierno bolivariano y la formación propedéutica, hacia la preparación de la comunidad que va a asumir y producir a través del medio comunitario. (Movimiento teatral César Rengifo, UNEARTE, Movimiento Paz y Vida…)
    – Agilizar los plazos de respuesta del Estado, tanto en el tema de las habilitaciones como del apoyo, dotación y seguimiento, técnicos.
    – Construir un ente, espacio o mecanismo permanente de dialogo Estado-televisora comunitaria.   

El Estado debe hacer aplicar la Ley para que las concesiones no caigan en manos de “gallos tapados” disfrazados de “comunitarias” (casos de proselitismo de sectas religiosas, de partidos políticos, comercialización del medio…), para que se respete la obligación legal de la separación medio/mensaje, de la mayor proporción de producción comunitaria, y del plan anual de formación, para asegurar la participación real de la comunidad a través del manejo efectivo de las herramientas que al fin y al cabo le pertenecen.

Ante la censura por parte de las empresas privadas, el Estado debe hacer aplicar la Ley para que las televisoras comunitarias salgan de su casi invisibilidad técnica actual (trasmisores más potentes) y salgan por las cableras. Un tema importante es que en muchos casos la transmisión hertziana ya ha sido superada por la televisión satelital, el cable, la TDA; en todos esos esquemas el Estado debe aplicar la ley de la obligación de reservar canales para las comunitarias. En todos los casos, el Estado debe otorgar a las televisoras comunitarias repotenciadas, el espacio central de la comunicación. El ejemplo de Alba TV muestra que la TDA es una forma importante de visibilizar y federar las miradas de las TELEVISORAS COMUNITARIAS (“era la integración de la nueva televisora TDA (televisora digital abierta) que eso era la exigencia, sigue siendo la exigencia de la televisora comunitaria”).

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Propuestas complementarias para la sostenibilidad

La sostenibilidad económica, está íntimamente vinculada a la construcción de una economía nueva, productiva, en particular con aquellas experiencias donde son las propias organizaciones comunitarias, las que apuestan a una nueva economía comunal, más productiva, horizontal, solidaria, democrática. Hay diversas propuestas tales como los aportes desde los consejos comunales, desde los pequeños productores, agricultores, artesanos y desde la pequeña economía popular tradicional hasta la nueva economía comunal emergente que puede necesitar el apoyo de un canal comunitario. Por ejemplo, Karache TV (Trujillo) obtuvo recursos del Consejo Federal de Gobierno por medio del consejo comunal Dinira XX. También se ha obtenido apoyo económico realizando una campaña en los liceos del municipio (caso de TV Miranda (Carabobo). Se habla de pasar de la figura de Fundación a la de Empresa de Producción Social pero definiendo cómo debería ser una organización interna propia de la televisora comunitaria, coherente con su identidad, sin que se pierda el concepto comunitario, social, sin caer en lo comercial (Lara Tve, TV Petare, TV Caricuao).

Se habla de dejar la puerta abierta a una visión flexible de la organización popular, según lo que la gente considere, según los contextos de cada televisora.

También se propone una mayor integración entre las mismas televisoras comunitarias a nivel nacional para generar una red de apoyo mutuo en lo técnico, económico y formativo.

Es interesante entender que en estructuras culturales y sociales más homogéneas como la indígena en Bolivia, el problema se resuelve de esta manera: “Los comunicadores indígenas, al no ser retribuidos por su trabajo, pero comprometidos con él en la medida en que son delegados por sus comunidades, no dejan de lado sus oficios. Ellos han logrado articular las exigencias de la producción audiovisual con sus labores habituales, así, por ejemplo, en la comunidad rural campesina, los planes de rodaje se adaptan a los ritmos de trabajo de la comunidad y a los ciclos de trabajo de la siembra y la cosecha. Esto ha dado muy buenos resultados en la práctica”. (Alfonso Gumusio Dagron)

Aquí lo importante es tomar en cuenta que la sostenibilidad de la televisora comunitaria, se resolverá en la medida que pasemos a otra escala de organización social  productiva.

Conclusión: comuna, tiempo y televisión

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invest 7.jpgLa falta de unidad, la poca formación renovadora de paradigma, la sectorialización, la privatización personal o familiar, las dificultades de la sostenibilidad y el peso aplastante del espectro comercial, han colocado las televisoras comunitarias en una situación que no les permite desarrollarse plenamente como modelo comunicativo original. Esta dificultad se presenta en el contexto de una homogeneización cultural como producto del creciente poder de los grandes grupos mediáticos y de un metabolismo capitalista que transforma a los pueblos en masas pasivas. En tal sentido, el 6 de diciembre de 2015 marcó la victoria conjunta de Venevisión y de TVES. Sin embargo esta masa indiferenciada es al mismo tiempo un pueblo que busca mayor protagonismo. ¿Cómo rearticular este protagonismo, cómo superar la cultura de la degradación humana e inventar un mundo nuevo?

Primero con la masificación de la formación sociopolítica integral, enmarcada en una construcción colectiva en que todo sea productivo, en que los signos vuelvan a su origen. Hoy se trata de devolver todos los procesos productivos de la vida a su tiempo verdadero, que es el tiempo histórico de lo(a)s que producen. La escala ideal no es el paisaje colonial o de Valentina Quintero sino la toparquía de Simón Rodríguez, la comuna. La verdadera comunidad, no está solamente en un lugar físico, sino en el interés común, en la historia común que cohesionan su relación con el territorio. La televisión comunal, por estar inmersa en un proceso productivo, puede articular mejor lo local con lo global, ser la escuela de todo(a)s para reencontrarse con la historia muda de los vencidos, de la resistencia indígena, de volver a pensar todos los cumbes creados por lo(a)s rebeldes durante siglos como modelos de otra vida posible, de otro tiempo de vida posible, de entender lo humano dentro del  proceso colectivo de trabajo, de aprender sobre el mundo para seguir transformándolo.

Segundo, con la multiplicación de estas televisoras comunales. “Solo la cantidad genera una calidad”. Que cada una de las comunas que hayan alcanzado un grado de organización suficiente disponga de una concesión de radio y televisión para reflejar sus actividades, fortalecer su organización interna y poder crear una red de información intercomunal. Sin dejar de formar masivamente, de manera sostenida, a sus integrantes en el paradigma de la producción social de la información. Deslastrarnos del marketing, de las poses de anclas, de la fragmentación de lo real para pasar a la formación integral desde los referentes latinoamericanos (Paulo Freire, Augusto Boal, Santiago Álvarez, etc…) y desde nuestra rica experiencia venezolana de comunicación popular.

Llevar a cabo la masificación sin la formación integral llevaría al fracaso, a la regresión de los “números de concesiones”, vacíos por dentro.

“Proponemos un sistema comunal que estará en manos del propio campesino que produce alimentos para que manejemos desde la producción hasta la distribución, a fin de evitar la presencia de intermediarios, que son los que encarecen los productos” dice Carlos Landaeta, vocero del consejo presidencial de comunas en Barinas (enero 2016). Sustituyamos el término “alimentos” por el de “información”, y tendremos el modo de producción de la televisión comunal. Así surgirá una nueva relación medio-pueblo. Además la vocación de la célula no es de quedarse sola sino de  agregarse: un dialogo de imágenes autónomas sin control de intermediarios es el motor perfecto para construir la necesaria unidad de los pueblos.

Fuentes de la investigación

– Vive TV, televisión pública (Venezuela) vive.gob.ve

– Ley Orgánica de Telecomunicaciones (Venezuela) http://www.conatel.gob.ve/files/leyo.pdf

– Reglamento de Radiodifusión sonora y televisión abierta comunitarias (Venezuela) http://www.conatel.gob.ve/reglamento-de-radiodifusion-sonora-y-television-abierta-co-munitarias-de-servicio-publico-sin-fines-de-lucro/
– Ley de Comunicación Popular de diciembre 2015 (Venezuela), http://monitorlegislativo.net/wp-content/uploads/2014/11/Proyecto-de-Ley-en-Segunda-Discusi%C3%B3n.pdf

– Juan Ramos Martín, Tesis de doctorado “La Revolución de los Desheredados. Participación de las redes de medios comunitarios y alternativos en la construcción de políticas de comunicación en Bolivia”, Universidad de Salamanca, Ed. CIESPAL 2016.

– Žižek, S. (2010). En defensa de la intolerancia. Madrid: Público

– Baruch de Spinoza, Tratado Teológico-Político, http://www.fiuxy.net/ebooks-gratis/3966774-tratado-teologico-politico-baruch-spinoza-epub-mobi-pdf-azw3-fb2-lit.html

– Carlos Marx y Federico Engels, Obras Escogidas en tres tomos (Editorial Progreso, Moscú, 1974).

– Marcuse, H. (1972). “Elarte como forma de la realidad” en New Left Review,  núm. 74 (julio-agosto de 1972).

– Mattelart, A.; Biedma, P.; y Funes, S. (1971). Comunicación masiva y revolución socialista. Santiago de Chile: Prensa Latinoamericana. / Mattelart, Armand (1984), La comunicación masiva en el proceso de liberación (México DF: Siglo XXI).

– Simón Rodríguez citado por Richard Gott, In the shadow of the Liberador, Verso, Londres 2000, p.116

– Revista Toparquía, de GIS XXI, fundación venezolana de investigación sociológica, http://www.gisxxi.org, diciembre 2015, Año: 4 – Nro. 4

– Encuesta de la firma Hinterlaces, AVN, http://www.avn.info.ve/node/320888

– “Encuesta Nacional de Imaginarios y Consumos Culturales de Venezuela” http://laculturanuestra.com/wp-content/uploads/2015/11/1era-Encuesta-Nacional-de-Imaginarios-y-Consumos-Culturales-de-Venezuela.pdf

– Estudio publicado en la revista Toparquía, de GIS XXI, fundación venezolana de investigación sociológica, http://www.gisxxi.org , diciembre 2015, Año: 4 – Nro. 4

– Pier Paolo Pasolini.Escritos corsarios. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. 2009; Artículo publicado en Corriere della Sera con el título «Gli italiani non sono più quelli» (Los italianos ya no son esos), 10 de junio de 1974;  Artículo publicado en Il Corriere della Sera con el título “Desafío a los dirigentes de la televisión”, 9 de diciembre de 1973. http://www.paginasdigital.es/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=1472&te=19&idage=2756

– “Frei Betto: Descuidar la educación ideológica, grave error”, articulo de Luis M. Arce y Anubis Galardy, Prensa Latina, http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4557421&Itemid=1

– Alfonso Gumusio Dagron, “El cine comunitario en América Latina y El Caribe”, editado por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y  el Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la Unesco, 2015.

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