Mujer, Política y Agroecología

Como válida opción socio-productiva, una vez más, la agroecología se hace sentir en la conformación de una nueva propuesta civilizatoria, para la producción local y regional agro-alimentaria. Así lo demuestran, las recientes investigaciones, publicadas por la Alianza Africana por la Soberanía Alimentaria (AFSAFRICA). Allí se presenta un compendio de 15 proyectos pilotos, demostrándose los impactos positivos de las prácticas agroecológicas sustentables. Entre otros, se mencionan:

  • Recuperación de agroecosistemas deteriorados.
  • Producción de alimentos sanos y de alto aprovechamiento biológico.
  • Aumento en la resiliencia ante los cambios climáticos.
  • Re-significación del papel de la mujer campesina africana.

Para otros interesantes detalles ver: http://afsafrica.org/agroecology-the-bold-future-of-farming-in-africa/. (2017).

Otro atractivo reconocimiento, emerge desde Cuba. Cuando los eternos luchadores ambientalistas del Greenpeace, visitan la isla y constatan, que la agroecología da empleo a 350.000 hermanos cubiches, quienes hacen vida en zonas periurbanas y entre sus avances destacan; que las fincas agroecológicas están abasteciendo el 50% de los alimentos que consumen localmente. Detalles de los procesos de transformación, transición y consolidación de este programa, priorizando alimentos para: las escuelas, los hospitales, los centros psiquiátricos y las fuerzas armadas; se pueden ver en: http://app.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/revolucion-agroecologica-en-cuba/16828276 (2017).

Especial valoración le otorgamos a Venezuela, cuando, el balance de gestión (2016) del Misterio de Agricultura Urbana, expresa que a nivel nacional, se han construido nuevos espacios socio-productivos, los cuales arrojan, que se han conformado: 14.600 unidades productivas acompañadas directamente, de las cuales 3.022 han sido financiadas, 140.000 personas formadas en agroecología, 9.377 toneladas de alimentos producidos, y una hoja de ruta, que pretende a 4 años, cubrir progresivamente el 20% del requerimiento anual de alimentos, de los casi 17 millones de venezolanos que habitan las zonas metropolitanas del país. Datos y cifras de la dinámica de gestión, censos, localidades, personas, ciclos y rubros producidos, sus rendimientos y nuevas potencialidades se pueden apreciar en:
https://lorenafreitez.wordpress.com/2017/01/03/por-nuevas-ecuaciones-economicas

Al parecer y está por verificarse, que más de 800.000 familias de venezolanas, principalmente lideradas por mujeres, han solicitado su formación en agroecología.

¡Admirable! y debemos darle el merecido reconocimiento, al personal del Ministerio en mención, cuando en plena e injustificada guerra económica que nuestro pueblo confronta, con alegría, valentía e inteligencia, ha logrado crear y avanzar en estos espacios socio-productivos; auxiliados y fundados en la agroecología. Recuerdos siempre de gratitud para Lorena Freites y todo su equipo de gestión.

Todas estas iniciativas y en diferentes latitudes del quehacer agroecológico, nos llegan a corroborar, que sí es posible adoptar a la agroecología como política pública local y regional.

Campesinos, productores, técnicos, científicos y movimientos sociales, desde miles de rincones y espacios de nuestro planeta tierra, por décadas, han venido demostrando, con mucho esfuerzo, el justo valor e impulso, que la agroecología se merece. Lo cual ha derivado, en que organismos internacionales, como la FAO-UN les exijan a los gobiernos del mundo, adoptar esta ciencia emergente, como política pública, para liderar los distintos procesos de transición agro-alimentarios en sus espacios de gobernanza.

Adoptar la agroecología, como bastión de política pública, entre los distintos andamiajes que conforman las dimensiones de la soberanía alimentaria para una región específica, tiene sentido y el accionar lo demuestra. En especial, cuando con vehemencia los movimientos sociales rurales han venido demandando el implementar una reforma agraria integral.

Desde esta válida perspectiva, el valioso y oportuno texto Somos Tierra, Semillas y Rebeldía: Mujeres, Tierra y Territorio en América Latina, de Claudia Karol nos dice: “ La Reforma Agraria Integral, la Soberanía Alimentaria, la Agroecología, son parte de un proyecto de vida basado en la defensa y el cuidado de los bienes comunes, de la cultura popular, de las relaciones de solidaridad y no de la explotación entre las personas y la naturaleza”. Nos agrega: “son propuestas que superan largamente la dimensión económica para exigir cambios culturales en la sociedad y en los movimientos sociales”. https://www.grain.org/es/article/entries/5563 (2016).

Las experiencias y reflexiones precedidas, nos confirman que en el histórico transitar que la agroecología ha venido cursando, siempre ha estado y permanentemente estará re-significando la dignidad y los valores sociales de la mujer campesina y ahora de la peri-urbana y urbana. Hay un re-encuentro con signos y símbolos culturales, de profundo carácter de identidad, haciendo re-nacer el significado de pertenencia y pertinencia, socio-bio-regional-territorial.

Reafirmamos la connotación anterior. Por cuanto se da una interrelación e interdependencia de manera recíproca e indisoluble en la corresponsabilidad socio-productiva demostrada.

Está emergiendo, una presión social irreversible de abajo hacia arriba, exigiendo ser atendida y observada.

Se hace evidente la necesidad de apoyos políticos y financieros oportunos para proseguir, en los distintos procesos de transición y consolidación al que el avance de la agroecología nos conduce. También estamos seguros que siempre estará presente, el afortunado empuje, compromiso y determinación, que le imprime la valiente y rebelde mano del bello ser mujer. Vale destacar, que es la mujer, y no los recursos financieros, el motor detrás de tan importantes logros.

Recordemos, que aproximadamente la participación laboral rural de la mujer latinoamericana esta cerca del 47%, aunque su aporte duplica seguramente al del hombre, y esto no entra en las estadísticas. (En articulo de María Elena Valenzuela en “El Empleo de las Mujeres Rurales en América Latina” Panorama Laboral 2012. En línea: http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/article/wcms_195945.pdf (Fuente original: FAO/CEPAL/OIT, 2010. Políticas de mercado de trabajo y pobreza rural en América Latina, Santiago, Chile).

Las reflexiones anteriores y el estratégico papel que juega la mujer, son motivos de celebración y reconocimiento. En este nuevo aniversario del día internacional de la mujer, se conmemora la lucha de la mujer por su participación igualitaria; por sus reivindicaciones sociales, culturales y políticas; por su desarrollo íntegro como ser humano individual y colectivo; por la nueva civilización necesaria.

Condición que se ve fortalecida, por las distintas razones y actividades que hoy día asumen, en la genuina construcción de una soberanía agro-alimentaria fundada en las políticas públicas agroecológicas por consolidar.

Felicidades y gracias a todas por los tantos aprendizajes, sustanciales avances y brindarnos esperanza de luchas libertarias y emancipadoras.

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