[OPINIÓN] Alfredo y Aryenis sólo piden que los dejen defenderse

Marlon Zambrano

En abril de 2002, después del golpe, un quinceañero Alfredo Chirinos dejó una nota adherida a la nevera de su casa. La avisaba a su mamá que se iba a buscar a Chávez.

18 años después, permanece detenido en un calabozo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Boleíta, junto a su pareja, colega y compañera de labores Aryenis Torrealba.

Durante esas casi dos décadas ocurrieron muchas cosas, sobre todo la militancia y la vida, pero ninguna apuntó jamás a la infausta posibilidad de verse señalados públicamente como traidores a la patria, colaboradores de la CIA y responsables de hechos muy graves a lo interno de la principal empresa del país, la estatal Petróleos de Venezuela.

Sus hermanas aseguran que son inocentes. No solo ellas, también una red inmensa de gremios, sindicatos, movimientos de base, trabajadores, amigos, militantes de la izquierda, venezolanos y extranjeros.

Las acusaciones son categóricas: asociación para delinquir, corrupción y reserva de divulgación de información estratégica.

Los señalamientos de traición a la patria y colaboración de alto nivel con los Estados Unidos que se exhibieron al principio, no aparecen tipificados en el expediente, por lo que se presume que formaron parte de un plan de linchamiento mediático y el hundimiento moral.

82 días pasaron desde su detención para que lograran designar a un abogado privado, y 115 para que la defensa pudiera obtener copia del expediente. Sin embargo, faltan las pruebas de fiscalía que sustentan la acusación. Se les niega porque en los tribunales, supuestamente, no hay fotocopiadora.

El peor de los calvarios

Iracara Chirinos y Jhensy Torrealba mantienen una cruzada incansable, desde que el pasado 28 de febrero citaron a sus familiares a una reunión en sus puestos de trabajo con funcionarios de la Gerencia de Prevención y Control de Pérdidas (PCP-PDVSA), quienes se aparecieron acompañados de miembros de la DGCIM. Fue cuando comenzó el peor de sus calvarios.

Detenidos e incomunicados, Alfredo denunció que fue torturado, golpeado durante 48 horas hasta el desmayo, para que se declarara culpable. Aryenis, por su parte, señaló que fue encerrada por casi cuatro días en una habitación con el aire acondicionado a tope, una silla y suministro irregular de agua y comida, lo que le desencadenó ataques de pánico.

A pesar de que la investigación por parte de la fiscalía culminó el 16 de abril pasado, y se excedieron los 15 días siguientes para que el tribunal fijara la fecha de la audiencia preliminar, hasta ahora el procedimiento ha sido negado bajo el alegato de una resolución del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que establece que, por la pandemia, hay un estado nacional de protección y emergencia que mantiene detenidos los procesos judiciales.

Para sus hermanas esto resulta contradictorio. Aseguran que en todo el país, durante la cuarentena, se han efectuado más de 120 audiencias preliminares por distintos casos. Sólo en Caracas se han hecho 22, incluyendo las de los mercenarios de la Operación Gedeón que fueron capturados en mayo, recibieron audiencia y se les fijó condenas.

“También llama la atención que se han dado medidas cautelares a presos por diferentes delitos, como a dos de los seis gringos que están detenidos en Venezuela por el caso Citgo, a quienes les dieron casa por cárcel” refiere Iracara.

La amenaza del coronavirus

Para Alfredo y Aryenis piden consideraciones de orden humanitario. No solo porque el proceso de detención y sus condiciones de encarcelamiento se han saltado todas las vías regulares, sino porque Aryenis fue detectada como positiva por coronavirus.

Su cuadro clínico se ve peligrosamente comprometido porque hasta la fecha, que sepan sus familiares, no ha sido atendida por un médico sino por una enfermera asistida vía telefónica.

Alfredo, aunque no atraviesa la misma situación, expresó que varios de los detenidos de su celda dieron positivo y fueron aislados, recibiendo tratamiento, incluso los guarapos de jengibre que él mismo les prepara gracias a los insumos naturales que recibe de sus familiares.

“Lo que estamos pidiendo -dice Jhensy- es que nos den la audiencia preliminar para demostrar su inocencia. Pero en este momento, con esta situación de vida, estamos solicitando una reconsideración de medida, un poco más humanitaria, bien sea casa por cárcel, situación de presentación, o lo que digan los tribunales. No podemos tener garantía de vida de nuestros muchachos estando dentro de un centro de reclusión”.

El ensañamiento

Para Iracara (docente) y Jhensy (veterinaria), hay intereses muy poderosos dentro de la industria que fueron tocados por los muchachos, quienes al parecer, mantuvieron siempre la actitud insobornable que desencadenó la saña que los mantiene privados de libertad.

Consideran que ni la presunción de inocencia -como establece el marco legal venezolano- se ha respetado. Fue lo primero que naufragó cuando la comisión presidencial “Alí Rodríguez Araque”, designada por el primer mandatario nacional para investigar los presuntos casos de corrupción dentro de la industria petrolera, se apresuró a publicar un comunicado oficial donde se les juzga sin pasar por tribunales, catalogándolos de terroristas y traidores.

El propio fiscal general, Tarek William Saab, afirmó durante un programa televisivo con el periodista Vladimir Villegas, que los detenidos “se confesaron culpables”, lo que según Iracara no consta en el expediente.

– ¿Es posible que sea un ensañamiento desde las filas de PDVSA?

ICh – Es un pase de factura, porque los chamos se negaron siempre a concertar con esa gente, las mafias internas de PDVSA que querían favorecer sectores comerciales con los que tenían intereses económicos. Los muchachos son gerentes medios, funcionarios de carrera que de ahí no iban a pasar por el escalafón. Fueron asumiendo esas responsabilidades por su preparación profesional, por haber participado en actos heroicos, como señalan sus compañeros en un comunicado que publicaron el 8 de marzo. Eso, para las empresas de maletín, trajo pérdidas, no así para el país, para el pueblo venezolano, para la industria. Aparte, todos saben que ellos siempre mostraron su posición revolucionaria, chavista y antiimperialista.

Alfredo dirigía la Gerencia de Operaciones Especiales desde finales de 2017. Aryenis la Gerencia General de Operaciones de Crudo, nombrada por Manuel Quevedo (ex presidente de PDVSA) en enero de 2018, sin encontrar conflictos de intereses entre ambos, debido al alto nivel de desempeño y ética en sus labores profesionales.

Ella (39 años) es egresada como ingeniera industrial de la Unexpo Lara, con 13 años de carrera dentro de PDVSA donde comenzó como operadora. En todo este tiempo, ni siquiera acumuló una amonestación por llegar tarde al trabajo. Él (32) es Ingeniero Electrónico, de la misma casa de estudio, con diez años en la empresa donde empezó como pasante. En PDVSA se conocieron, se enamoraron y se juntaron hace casi 6 años.

Se les conoce, públicamente, por su activismo político en favor de la revolución, sus actividades deportivas, culturales, ambientalistas y comunitarias, su tránsito impenitente en bicicleta por las calles de Caracas.

Cuentan sus hermanas que lo más ostentoso, entre sus bienes materiales, es una camioneta Combi del año 75 que no han podido terminar de reparar, para salir a cumplir su sueño de recorrer Venezuela y fotografiar sus paisajes más paradisíacos.

El padre de Alfredo es el reconocido Treco, ex guerrillero del Frente José Leonardo Chirinos y constituyentista. La madre de Aryenis es jefa de UBCH, vocera de consejo comunal. Todos, probados combatientes, militantes de la izquierda y de las luchas que reconocen al imperialismo como el verdadero enemigo.

El jueves 14 de agosto, luego de un plantón en su apoyo frente a la sede principal de PDVSA en La Campiña, sus familiares e integrantes del Comité de Solidaridad con Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba entregaron un documento dirigido al actual presidente de PDVSA, Asdrúbal Chávez, solicitando una audiencia para exponer los argumentos en favor de los muchachos.

Igualmente esperan la oportunidad de conversar con Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y vicepresidente del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) del cual son militantes, con la idea de que autorice la conformación de una comisión de constituyentistas que conozcan las pruebas a favor de Alfredo y Aryenis.

Incluso, están solicitando ser interpelados por la ANC de manera pública y televisada, y que la fiscalía lleve las pruebas que sustentan las acusaciones. “Estamos, como revolucionarios, en el deber de decirle la verdad al pueblo de Venezuela” aseguran que dice Alfredo Chirinos.

Hasta ahora, y en lo que llevan de detenidos, no han recibido respuesta.

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