[OPINIÓN] Plan de la Patria y Relaciones Internacionales

Documento de sólida pertinencia y profunda visión en la mayoría de sus partes es el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019, conocido como Plan de la Patria. Allí se expone un proyecto social, económico, político y cultural integral, concreto y coordinado que va más allá de la simple retórica, la improvisación o los buenos propósitos que han caracterizado a tantos programas caducos.

Se nos hace un llamamiento a todos los ciudadanos para que formulemos propuestas relativas a él. La primera, es que sea objeto de cotidiana lectura, relectura y observancia: su texto contiene propósitos actuales y vigentes. Así, los expuestos en sus secciones 4.4.1. y 4.4.1.1:

Objetivos Estratégicos y Generales
4 .4 .1 . Deslindar a Venezuela de los mecanismos internacionales de dominación imperial.
4 .4.1 .1 . Denunciar los tratados multilaterales, así como también los tratados y acuerdos bilaterales que limiten la soberanía nacional frente a los intereses de las potencias neocoloniales, tales como los tratados de promoción y protección de inversiones.

¿Habrán leído el Plan de la Patria los constituyentes que el 28 de diciembre de 2017 sancionaron una Ley de Protección de Inversiones Extranjeras que opera como mecanismo internacional de dominación imperial y limita la soberanía nacional frente a las potencias neocoloniales? ¿No deberían anular o corregir una norma que  somete a Venezuela a tribunales extranjeros, atenta contra la igualdad jurídica y la economía nacional  al conferir privilegios al capital foráneo y  permite a éste contratar la inmunidad contra las reformas tributarias?

Igualmente procedentes son los restantes puntos del Gran Objetivo Histórico N° 4 del Plan de la Patria, “Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr  el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria en el planeta”. Se han dado decisivos pasos en tal sentido. Apenas propondríamos algunas actualizaciones.

Por ejemplo, en lo relativo a  a la Defensa, es preciso establecer políticas para proteger a Venezuela contra las nuevas tácticas de la Guerra de Cuarta Generación: financiamiento de Agentes de Influencia y de ONG´s que actúan como instrumentos de potencias foráneas; espionaje sociológico; penetración académica; penetración cultural; paramilitarismo; ejércitos paralelos; conjuras secesionistas y dispositivos diplomáticos y comunicacionales para legitimar intervenciones “humanitarias”.

Añadamos que la evolución de la economía mundial reclama nuevas formas de integración. En la segunda Cumbre de dicha Organización, realizada en Caracas en 2000, afirmó Chávez que  “Cuando se forma la OPEP comienza a cambiar de alguna manera la historia. La OPEP es sin duda alguna, desde su nacimiento, un instrumento de lucha por la justicia y por la liberación, por la transformación y por tanto, por la paz, por el desarrollo, por la armonía”.

El sistema monetario actual fundado en un dólar sin respaldo ha entrado en agonía. ¿Qué tal la fundaicón de una OROPEP, de países productores y exportadores de oro, que podría controlar el respaldo de los nuevos sistemas monetarios a ser creados? ¿De otras tantas organizaciones de los países productores de biodiversidad, de oxígeno, de coltan, de agua potable? Contra el colonialismo moribundo, se abren  caminos de  nueva diplomacia.

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