[REALIDAD ECONÓMICA] Roberto Palacios: «el camino de estímulo al sector privado no funciona»

Para esta entrega de la serie Realidad Económica, entrevistamos a Roberto Palacios, un agudo y prolífico analista político y económico, quien es editor del portal Revolución o Muerte y además es tesista del PFG en Economía Política en la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Palacios es promotor y activista de la Cátedra Che Guevara – Venezuela, un espacio de investigación y formación en torno al legado teórico de Ernesto Guevara, con miras a dilucidar la economía política del período de transición al socialismo desde la experiencia venezolana iniciada por el Comandante Chávez.

– Ya cumplimos el primer mes de implementación del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica. ¿Cuál es el balance que haces? ¿Crees que el gobierno ha alcanzado lo proyectado?

En el balance realizado por el Presidente Maduro, su petición a los empresarios de respeto a lo acordado demuestra que lo pretendido por el gobierno no se logró, y digo lo pretendido por el gobierno aludiendo la esperanza del ejecutivo de contar con una “burguesía revolucionaria”, que según explica el hasta hace poco Vicepresidente Económico es aquella burguesía que hay que sumar como parte de una tripartita Gobierno, burguesía y pueblo.

En resumen, el balance no es alentador, dado que se insiste en la premisa de estímulo al capitalismo que en cualquier variante significa exclusión y miseria para muchos como consecuencia del beneficio y privilegio de pocos.

– El Presidente Maduro convocó nuevamente al diálogo político, a la vez que convocó, en medio de retaliaciones verbales, al sector privado para continuar con la discusión de los precios. ¿Cuál es el significado de estos acercamientos? ¿Por qué no se cumplen los acuerdos? ¿Hay garantías de superar la crisis en un marco de acuerdo con los empresarios?

El diálogo debería ser con el pueblo, la manera de superar la crisis que trastoca todos los cimientos de la sociedad debería estar basada en la fuerza motriz de esta revolución desde que el Comandante Chávez la impulsó, esa fuerza es el pueblo comprometido con los anhelos de justicia social y la causa del Socialismo. Nosotros estamos proponiendo la creación de una Confederación Nacional del Poder Popular, que agrupe organizaciones nacionales que están por crearse: la Federación Nacional Comunal, la Federación Nacional de los Trabajadores y Trabajadoras y la Federación Nacional de Defensa Integral de la Nación. Estas organizaciones que integrarían la Confederación estarán vinculadas al territorio y a los medios de producción, incluirán a todos los movimientos sociales que hacen vida en el territorio (campesinos, mujeres, estudiantes…), a los trabajadores y trabajadoras de todas las ramas de la producción y la economía, y además a los milicianos y la FANB, para asumir las tareas de Defensa Integral de la Nación ante las inminentes amenazas que se ciernen sobre nuestro país intentando aprovechar la crisis que padecemos.

Estamos avanzando con esa propuesta en varios territorios del país, impulsando en el pueblo, los trabajadores y trabajadoras, la conciencia de nuestra fuerza si nos organizamos. De ahí el esfuerzo de la Cátedra Che Guevara – Venezuela, que es un espacio para la el estudio de la teoría revolucionaria y la construcción de su correlato en la realidad, de su expresión práctica.

Nosotros tenemos una responsabilidad con la humanidad entera, con Chávez la esperanza de la humanidad tenía un faro. A estas alturas, el diálogo con la derecha franca y los empresarios no permite ganar tiempo sino perderlo.
De la práctica del gobierno del Presidente Maduro se desprenden suficientes pruebas elocuentes de que el camino de estímulo al sector privado no funciona.

– El Gobierno Nacional ha tomado una serie de polémicas decisiones para estimular la producción petrolera, que parecen entrar en contradicción con la política petrolera del Comandante Chávez. ¿Qué está ocurriendo con la industria petrolera? ¿Se encuentra en proceso de privatización como muchos denuncian?

Las discusiones en Venezuela lamentablemente carecen de rigor, se puede tener una posición en la mañana, otra diametralmente opuesta en la tarde del mismo día, y las dos posiciones serán justificadas sin la menor preocupación por los argumentos. Este aspecto dificulta que una discusión avance en la búsqueda de la mejor solución a los problemas.

En el caso del petróleo existe una contradicción fundamental que poco se divulga incluso por aquellos llamados “expertos petroleros” que creo, dicho sea de paso, ya cumplieron su ciclo. Hoy un experto petrolero tiene que hablar claramente de política, no puede quedarse en las recomendaciones técnicas que además ocultan en beneficio de qué o quiénes se opina.

La contradicción que es necesario referir tiene que ver con la necesidad de elevar los niveles de producción de la industria petrolera, que se pretende asumir desde la entrega de actividades medulares y conexas, desde la entrega de pozos y la entrega de acciones de empresas mixtas. Es una contradicción porque elevar la producción en detrimento del ingreso sólo lesiona la soberanía del país y profundiza la crisis.

Y al comienzo te hablaba de la falta de rigor porque esta situación de crisis se pudo evitar, y ahora que es aguda muchos pretenden justificar las acciones que se toman sin importar lo que se entregue. Desde nuestro punto de vista el fin no justifica los medios, no se puede violar el Decreto 5.200 que establece que el Estado a través de PDVSA debe tener como mínimo 60% de las acciones de las empresas mixtas, para entregarle 9.9% de acciones de Sinovensa a los Chinos en aras de subir la producción. Ese incremento de la producción no sólo no mejorará el ingreso del país, sino que además debilita nuestra soberanía en el manejo de nuestros recursos naturales, principal fortaleza y legado de la política petrolera del Comandante Chávez.

– Para muchos economistas, la estabilización macroeconómica es factible con el conjunto de medidas que se están aplicando, buscando un ganar-ganar, y un equilibrio perfecto entre el capital y el trabajo tal como lo ha comentado el Presidente. ¿Es posible superar armónicamente esta histórica y conflictiva relación? ¿Cuál pudiese ser el costo social de continuar con el programa de estabilización?

Siempre recuerdo un ejemplo que ponía el Comandante Chávez para hablar de Macroeconomía, él decía –lo estoy parafraseando- que la política de salud podía realizarse de acuerdo a los preceptos de la macroeconomía y la necesaria elevación del PIB, cobrando por las consultas y los servicios que presta la Misión Barrio Adentro, en ese hipotético ejercicio de cobro de cada servicio el PIB se elevaría, se incrementaría de manera sustancial, pero volveríamos al esquema de exclusión de todo aquel que no pueda pagar.

Ese peligroso esquema es impulsado por los economistas ortodoxos, para ellos el problema no es sólo que el PIB se incremente, sino que además se justifica hacer que se incremente de cualquier manera. Así, vemos como paulatinamente se ha venido extendiendo la creencia de que las cosas no funcionan a menos que se pague, por supuesto, le agregan a eso la palabra “justo”, que se pague “lo justo”, para que nadie sospeche que se trata del tradicional esquema del capitalismo. Ojalá me equivoque, pero es lo que sucede en buena parte de las empresas estatales, no funcionarán hasta que “se pague lo justo”. Todo lo cual justifica esas políticas macroeconómicas que sugiere la pregunta.

– Para algunos economistas críticos del programa de recuperación es imposible salir de la crisis sin financiamiento externo y sin acudir a medidas neoliberales ¿Hay salidas a la crisis fuera del neoliberalismo?

Desde nuestro punto de vista, ante la situación no se ha hecho un balance crítico y sincero. Existen antecedentes, pruebas, que demuestran que al momento de descender el ingreso petrolero la dirigencia del país se equivocó de premisa, continuaron entregando las divisas a un sector privado que sabía que al descender el ingreso había que tomar medidas.

En ese marco se inscriben testimonios como los de Pedro Palma (1) por ejemplo, que expresan cómo los empresarios y comerciantes comenzaron a subir los precios como medida preventiva para poder obtener divisas en el mercado negro que se fortalecería. Palma explica claramente (hemos escrito al respecto) su modus operandi, que podemos resumir diciendo que las medidas preventivas que tomaron no sólo elevaron los precios de bienes y servicios, sino que además construyeron el mercado negro alimentado por las mismas divisas estatales, que terminaron a través de portales web sustituyendo la política cambiaria y monetaria del Estado por vías de facto.

Todo lo cual apunta no sólo al carácter y calaña del sector privado venezolano, sino a los errores estratégicos cometidos por el Estado y el Gobierno, el principal de los cuales, reiteramos, lo constituye la entrega de divisas al sector privado, fuente nutricia de todas las distorsiones que introducen a nuestra economía.

Todas las soluciones que se busquen atendiendo a las consecuencias de estas distorsiones y no a las causas simplemente profundizarán los problemas.

El primer paso que debió darse tiene que ver con la austeridad, cada uno de nosotros en nuestros hogares hemos tomado medidas de austeridad ante la imposibilidad de sufragar los gastos corrientes. El gobierno ante la baja del ingreso petrolero debió definir una política de importaciones estatal, ni una divisa más podía destinarse a lo que a los privados se les ocurra. Todos sabemos que los privados utilizan las divisas para alimentar el mercado negro y sufragar sus costos en bolívares, para importar insumos que reportarán fabulosas ganancias, y para fugarlas a paraísos fiscales o invertir en el exterior como hace Escotet.

Todos íbamos a entender que el Comercio Exterior debía garantizarlo el Estado con arreglo a las necesidades sociales fundamentales, era arroparnos hasta donde nos alcanzara la cobija. Chávez hasta creó una Corporación Estatal de Comercio Exterior, sin embargo, lo que se impuso fue la tesis que nos tiene en esta situación.

Las divisas se entregaron a los privados, ellos hicieron lo que corresponde con sus intereses y ahora hasta se habla de burguesía revolucionaria, como corolario de la entrega de las premisas que guiaban el rumbo al socialismo en época de Chávez.

No me quiero extender más, sólo decir que con el nivel de ingreso actual es posible superar la crisis, honrar las deudas sin comprometer la soberanía, y elevar la producción de petróleo con el esfuerzo de los trabajadores.

(1) Pedro Palma es Economista, Profesor del IESA, socio fundador de Ecoanalítica-metroeconómica, individuo de número fundador de la Academia Nacional de Ciencias Económicas de Venezuela desde 1984, y para no redundar, fue presidente de Venamcham (2000-2002).

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