Tierra, Humanidad, Educación, Vida y Paz

En otra simbólica celebración del Día de la Tierra Internacional (22/04) y ante la búsqueda de un re-equilibrio de sus ecosistemas, vemos a nivel mundial, que se incrementan las amenazas ambientales-ecológicas que causan cambios climáticos, la desaparición de la biodiversidad y el stress de agua.

Las armas de destrucción masiva siguen siendo la principal amenaza al planeta: no sólo por su poder destructivo con 25 formas de armas químicas, biológicas y nucleares, las cuales en fracciones de horas, pueden hacer desaparecer nuestra madre Tierra y la humanidad entera que se sostiene de ella. Sino también por las enormes cantidades de recursos económicos que se requieren para su invención, desarrollo, almacenamiento, y prueba.

Independientemente de las distintas intensidades y particularidades que se manifiestan cada vez que se emprenden acciones belicistas-terroristas, los costos en las externalidades ambientales son incalculables. Además, las pérdidas de vidas humanas son irreparables y quienes logran sobrevivir, mantendrán por los restos de sus vidas, los serios traumas físicos y emocionales que emergen. Tendrán además que pasar por un proceso de re-adecuación social y cultural, ante las nuevas circunstancias que confrontan.

Ante la creciente crisis ambiental-ecológica, uno de los más lúcidos y comprometidos pensadores latinoamericanos, el Maestro Enrique Leff (2014); (2014 A) quien por más de tres décadas en el tema de la educación ambiental, nos brinda algunas reflexiones, sobre las condiciones insustentables de vida que a cada quien nos toca asumir. Leff en (2014) y (2014A) nos propone las siguientes e inmediatas acciones:

Superar definitivamente las suposiciones erróneas de la modernidad con su racionalidad científico-técnico-utilitaria-acumulativa y con su voluntad de dominar todo: territorios, personas, la naturaleza y los procesos de la vida. Con criterio y valentía se debe denunciar la exagerada racionalidad que ha llevado a una crisis global civilizatoria, con sus procesos insostenibles y hostiles a la vida, pudiendo conducir, como se está demostrando, al colapso de nuestra civilización.

La otra gran acción, consiste en la creación de una nueva conciencia y el sentido de un destino común Tierra-Naturaleza-Humanidad. Es la parte más creativa. Le auxilia la teoría de la complejidad y del caos; teniendo como el gran sur y como principio de vida, la cultura de sustentabilidad e imperativo de supervivencia. Leff, (2014A) interroga a las diversas teorías sobre el origen de la vida y sostiene las tesis de I. Pyrogine y F. Capra, según la cual la vida se habría originado del metabolismo entre materia y energía, creando redes autogenerativas que liberan los flujos de la vida.

Desde tal perspectiva, valora especialmente la contribución andina del «buen vivir» Más que una filosofía de la vida es una metáfora de un mundo en armonía con el Todo. El Sumak Kawsay (vivir bien) englobando prácticas sociales en las que se expresa la relación de los pueblos con el cosmos, con su territorio, sus ecosistemas, sus diferentes culturas en las que la identidad y las diferencias son trabajadas de manera integradora con sus relaciones sociales.

Es evidente que para avanzar en las acciones anteriores que Leff (2014) (2014A) nos propone, es necesario re-plantearse las distintas formas y modalidades de la educación y formación ciudadana en general. Pero en especial, la educación ambiental-ecológica, la cual ha estado muy centrada en develar mucha información científica, sobre los riesgos e impactos ambientales acaecidos. Ahora una fuerte tendencia, es incluir y cuestionar los “mitos” basados en la razón instrumental y del modelo ego-ideológico impuesto (individualismo, progreso indefinido, competencia, libre mercado y sin reglas, consumismo). También critica, el paradigma actual de la apropiación privada de la naturaleza y los ciclos vitales en función del enriquecimiento.

La nueva educación ambiental-ecológica, debe superar el reduccionismo de sólo informar y no lograr desarrollar hábitos para los cambios exigidos. Las leyes, normas y regulaciones no han sido suficientes, para hacer desaparecer los comportamientos inadecuados y los excesos que seguimos haciendo frente a los ecosistemas.

Los ámbitos educativos son diversos y se pueden ampliar y articular. La escuela, los medios de comunicación, las religiones y la familia entre otros se han de complementar. Se ha demostrado que una buena educación ambiental, es como colocar buenas semillas para sensibilizar a los jóvenes y producir efectos a lo largo de toda una vida. Sin embargo deseamos destacar que la familia juega una importancia central en los distintos procesos de formación ideológica, social y cultural. Es en tal espacio donde se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo: el uso adecuado de los recursos que tenemos, el orden, la limpieza, el cuido y respeto por los ecosistemas locales. Es de donde debe surgir una ética ecológica de manera que ayude a crecer en la corresponsabilidad, en la fraternidad y el cuido.

Es de resaltar que en la actual crítica coyuntura económica-social-política-cultural-ecológica de implosión social que vive la sociedad venezolana, patrocinada y puesta en marcha por la injerencia estadounidense, pareciese que no es, ni debe ser prioritario tratar los temas educativos ambientales por el cuido de la tierra y la defensa de nuestros recursos. Debiendo ser todo lo contrario.

El imperialismo estadounidense sembrador y expansionista de la cultura de la muerte no puede entender, ni aceptar una sociedad para la cultura de la sustentabilidad, de la vida y la paz. Condiciones necesarias e indispensables, para seguir cursando los distintos procesos de auto-determinación de los pueblos y edificar una patria llena de dignidad, decoro y de libertad plena y absoluta.

Nosotros, particularmente, mantenemos y hacemos vida con varios legados históricos—Bolívar, Rodriguez, Martí, Chávez—que nos motivan y empujan hacia distintos procesos de transición en la construcción de una sociedad ambientalmente ecosocialista. Garantizando la soberanía; la participación protagónica del pueblo en la consolidación de la paz y el equilibrio integral de nuestra sociedad. Nuestro planeta, nuestra humanidad, exigen hoy más que nunca una educación para la vida, por la vida, para la paz y por la paz.

Referencias Bibliográficas.

Leff. E (2014). Conferencia Magistral Educación Ambiental, Filosofía de la Vida. En la Universidad de Guanajuato. En línea: https://www.youtube.com/watch?v=z_9clHuKYgg

Leff. E (2014A). La apuesta por la vida. Imaginación sociológica e imaginarios sociales en los territorios ambientales del Sur. En línea: http://www.biodiversidadla.org/Objetos_Relacionados/LA_APUESTA_POR_LA_VIDA._Imaginacion_sociologica_e_imaginarios_sociales_en_los_territorios_ambientales_del_Sur

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