[VIDEO] ¿Qué pasa en la Comuna «Lomas Unidas» en Mérida?

La Comuna Lomas Unidas es un espacio con una trayectoria que acumula 14 años de lucha y organización comunal en la región merideña. Pero esta vez, le ha tocado enfrentar amenazas y un intento de ocupación ilegal por parte del antiguo propietario, quien logra movilizar a un grupo de habitantes de la localidad, con promesas de tierras, financiamiento y trabajo. Aunque los comuneros, de la mano de instituciones públicas lograron desalojar a los invasores, la amenaza sigue latente.

Una chispa de restauración latifundista, mediante la amenaza, el linchamiento y la violencia se prende en la hacienda la Carbonera, ubicada en la cuenca Macho Capaz, del municipio Campo Elías del Estado Mérida; es una lucha entre los comuneros y los terratenientes que pugnan desde hace catorce años en estos predios.

La estrategia de los latifundistas, aunque torpe, resulta nociva para las comunidades que habitan la localidad: se extorsiona, se ofrecen lotes de tierra y se promete trabajo e inversión con el objetivo de ocupar los terrenos de la hacienda y desplazar a los comuneros inermes y llenos de incertidumbre ante el fantasma de una agresión paramilitar.

El poder popular muestra signos de agotamiento, años de desinterés y apatía por parte del Estado han mellado en el ímpetu de los primeros años de organización comunal, aunque con dignidad se defiende el proyecto. Nos cuenta Luís Marquina, un campesino con rostro ajado y honesto, miembro de la comuna “Lomas Unidas Cuenca Macho Capaz”, que el proyecto productivo para La Carbonera tiene una orientación integral, la producción agrícola y de ganadería, y nos señala que las mayores debilidades para su consecución están relacionadas con la poca asistencia técnica, la carencia de supervisión de las metas planteadas y la agudización de la crisis económica.

Este dieciocho de julio, ante la posibilidad de una retoma de los terrenos por parte del antiguo ocupante, el Alcalde del Municipio Campo Elías, Simón Figueroa, en una acción conjunta con el Ministerio Público y el Poder Judicial, coordinaron la protección de los predios y desalojaron a los ocupantes, quiénes alentados por el hacendado José Vera (Don Chepo), se habían instalado con un viejo armamento (dos pajizas y una escopeta oxidada) en la casa principal y permanecieron durante dos semanas amedrentando a los miembros de la Comuna, sus propios familiares y vecinos. La alcaldía promueve el diálogo y hace un llamado a rescatar la producción, la policía arresta a los defensores del hacendado, quienes en sus propias declaraciones desconocen a la autoridad municipal y al estado nacional en su conjunto.

Otros afectos al terrateniente, desde las afueras de la hacienda, muestran preocupación por los intereses el antiguo “jefe” y decididos nos informan que el día sábado 20 de julio, los ganaderos de la zona acudirán al lugar para rescatar “la propiedad”. Se profundiza una zanja entre los habitantes de la localidad, aquellos defiendo el latifundio, los otros, aferrados a la posibilidad colectiva. La responsabilidad del Estado es evidente, no sólo para acompañar, invertir y otorgar, si no para hacer justicia y reparar las heridas causadas a un entorno noble y pacífico, amenazado por la violencia restauradora y el desamparo oficial.

*Tatuy Tv: Mayra Soto y Rukleman Palacios.

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