[REPORTAJE] Rescatando la soberanía y la patria: La lucha campesina en Venezuela

«Al pobre campesino le meten un tiro, le matan los cochinos, le tumban el rancho, a veces le violan a la hija, le golpean al muchacho y él tiene que morir callado. Ahí es cuando ocurren las cosas que han pasado en el mundo porque la gente tiene dignidad.» (Cuentos del arañero. Orlando Oramas León y Jorge Legañoa Alonso. 2012)

El devenir histórico de Venezuela estuvo interrumpido por diversos procesos violentos: el exterminio colonizador de la base material de las sociedades aborígenes y el posterior desarrollo latifundista controlado por oligarquías terratenientes durante y después del proceso de independencia. Apropiándose de la tierra como principal medio de producción de “nuestros pueblos aborígenes, la propiedad y el usufructo de las tierras agrícolas donde estos habían creado un capital social agrario milenario” (Sanoja, 2011, pp.181-182)[1].

La nueva estructuración económica-social agraria encuentra, a través del latifundio, el régimen de distribución y parcelamiento de la tierra, y el feroz despojo de los dueños(as) originarios(as), es decir, el pueblo; mediante la explotación indiscriminada de la fuerza de trabajo y el asecho constante. Ante este contexto de esclavitud y servidumbre, numerosas rebeliones populares se generaron en el territorio hasta nuestros tiempos. Aunque iniciado el siglo XX la hegemonía de la renta pasó a ser la explotación petrolera, la tenencia de la tierra nunca ha quedado relegada para la clase oligárquica terrateniente del país. Así el 75% de la tierra productiva se encuentra en manos de sólo el 5% de terratenientes[2].

La pugna por la tierra: campesinos(as), revolución bolivariana y latifundismo

La lucha contra el régimen latifundista encarnada desde entonces por los(as) campesinos(as) logra disputar el derecho a la tenencia de la tierra con la llegada de la Revolución Bolivariana y la toma de poder del presidente Hugo Chávez. La oportunidad de avanzar profunda y contundentemente en esta justa lucha, históricamente excluida, comienza con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el año 1999 y la siguiente Ley de Reforma Agraria en el año 2001.

La relación que se empezó a tejer entre el gobierno nacional y movimiento campesino despierta inmediatas reacciones de terratenientes. Se vapulea sistemáticamente la regularización de la tenencia de la tierra al afirmar que “el sector privado es quien sabe producir”, “las expropiaciones son improductivas” y “la producción a gran escala es la mejor manera de producir”, son solo algunas de las falacias con las que éste poder -oligarquía terrateniente- pretende recuperar la propiedad sobre la tierra; aún cuando “en la actual coyuntura económica, el 70% de los alimentos que se consumen en las casas venezolanas son producto de la agricultura campesina familiar.”[3], modelo productivo de innegables beneficios socio‑económicos[4].

Hoy nuestra constitución expresa que el latifundio es un régimen contrario al interés social, derecho conquistado y defendido por los(as) campesinos(as), hasta con sus propias vidas. Desde el año 2001 hasta el año 2006 la cantidad de asesinatos utilizando el sicariato y paramilitarismo como medios para mantener el monopolio de la tierra, cobró la vida de 300 campesinos(as)[5].

Recientemente las(os) campesinas(os) alcanzaron el hito de seis millones de hectáreas bajo su dominio[6], aunque parece mucho, representa apenas el 20% del total de hectáreas cultivables a nivel nacional, quedan muchas batallas para ganar la guerra contra el latifundio, algunas de ellas en desarrollo, muchas son de largo aliento. “Hay alrededor de 6.000 casos de rescates cuyo procedimiento legal se empezó pero que nunca se ha terminado de cerrar”[7], ello implica que se puede “perder hasta el 90% de lo rescatado”[8], a esto juega la oligarquía terrateniente con complicidad de algunos actores de distintos poderes del Estado -ejecutivo, judicial, ciudadano y organismos de seguridad-[9] y el paramilitarismo para “hostigar y amenazar al campesinado”[10].

Rescate, nacimiento y revolución: Juana María

Luego de este recorrido, histórico y geográfico, llegamos con empatía e ímpetu al reciente rescate realizado por campesinos(as) en el estado Mérida, específicamente en el sector Caño Avispero del Municipio Obispo Ramos de Lora. El rescate de este predio, denominado hasta entonces como hacienda “La Magdalena”, iniciado en septiembre del año 2017, luego de la inspección correspondiente por parte de los organismos competentes regionales y nacionales, tras la denuncia realizada -todo ajustado a la normativa vigente-, por ser tierras aptas para la siembra que bajo propiedad de la familia Celis Aranguren -terratenientes de la zona- se encontraban sub‑utilizadas, nos comenta Juan Carlos -abogado y defensor de los(as) campesinos(as)-. La extensión de tierras abarcaba 880 has. de las cuales el 94,6% se encontraban en total abandono, fue el resultado arrojado por la inspección técnica oficial.

Los(as) campesinos(as) de este rescate y del resto del territorio nacional defienden la constitución, no solo para el beneficio propio sino por y para el beneficio de todo el pueblo venezolano: alimentación, trabajo digno y la conservación de la tierra; contra el latifundio creador de renta, commodities agrícolas y hambre. Una lucha en la que el Estado venezolano debería tener bien claro su lugar, del lado de la constitución al igual que los(as) campesinos(as), pero para algunos(as) funcionarios(as) de la oficina de tierras de Mérida, agentes de los organismos de seguridad, -léase Guardia Nacional Bolivariana y CICPC- y hasta para funcionarios(as) del poder ciudadano y del poder judicial, es más importante el beneficio particular que hacer cumplir la constitución.

Durante esta lucha particular por la defensa de nuestra constitución anti‑latifundista fueron privados(as) de libertad varios(as) campesinos(as), acusándoles de invasión, tala, quema, deforestación y resistencia a la autoridad. Aún cuando desde las instancias centrales se entregó de forma legal el rescate, las autoridades locales arremetieron contra los(as) campesinos(as) llevándose detenidos(as) por delitos no cometidos a 3 personas. Ante tal injusticia el resto de los(as) campesinos(as) que se encontraban al momento del desalojo se solidarizaron y movilizaron junto a las personas detenidas. Siendo encarcelados todos(as) estos(as) campesinos(as) -32 en total- entre los(as) cuales, es necesario destacar, se encontraban 6 sexagenarios, 2 enfermos de cáncer, y 1 madre con su niña. Todos estos atropellos, amedrentamientos, y las severas violaciones de derechos humanos, dieron como resultado final, en tan solo 6 meses, lo que muchos otros rescates no han podido en décadas: La regularización de la tenencia de la tierra, o dicho de otra manera, la libertad de la tierra y la emancipación de estos(as) campesinos(as) y sus familias, que resistieron y lucharon hasta las últimas consecuencias para que se hiciera justicia.

Hoy el rescate campesino sobre este predio lleva el nombre de Juana María, en honor a la pequeña campesina que fue encarcelada con su madre que acompaña la lucha. Se comienza a desarrollar el potencial agrario y organizativo a través de diferentes organizaciones político-campesinas. Pero difícilmente podrá alcanzar la madurez y plenitud sin el apoyo y acompañamiento consecuente del Estado revolucionario que abarca desde reales financiamientos -créditos, agro‑soportes, agro‑insumos, semillas, etc.- la formación técnica calificada y adecuada a los vertiginosos avances tecnológicos; la seguridad económica, física y psicológica mínima para estos(as) luchadores(as) que constituyen la base de la soberanía alimentaria, y que además educan dando el ejemplo a través de la lucha en tiempos en que la moral, el trabajo productivo y el compromiso nacional son las más sublimes demostraciones de patriotismo que podemos presenciar.

Rescatando Toda Venezuela

Tras lo sucedido en el rescate «Juana María», el Presidente Nicolás Maduro se pronunció a nivel nacional para expresar su rechazo y prohibir más desalojos ilegales, solicitando a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) investigar los desalojos y levantar un informe detallado sobre los procesos de rescate por lo menos en siete estados del país (Barinas, Monagas, Zulia, Mérida, Portuguesa, Lara, Yaracuy). También pidió a las(as) campesinos(as) revisar los planes productivos en las seis millones de hectáreas que, con la reciente adjudicación de 440 mil has., se les han entregado, con el fin de aprobar recursos para ir a un gran plan productivo. A finales del mes pasado (abril/2018) se desarrolló un encuentro entre campesinos(as) de esos siete estados del país con la comisión de la ANC, la Fiscalía General de la República y el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras, para revisar los desalojos forzados y violentos en dichas entidades, además de los procesos productivos que se encuentran actualmente en marcha, y los futuros.

Dichas reuniones han comenzado a rendir frutos, por ejemplo en Barinas, específicamente en el caso del Fundo Gavilán – La Chaqueta, donde en febrero se habían desalojado más de cien campesinos(as), se inició un proceso de inspecciones por parte del INTI, y finalmente decidir sobre el rescate de 2 mil 733 hectáreas a cargo del Consejo Campesino “Mil Zamoras Una Patria”.

Se siguen cosechando rescates, y este 05 de mayo del año 2018 se trasladaron la comisión presidencial constituyente y el INTI hasta el fundo “La Victoria”, ubicado el Chivo (municipio Francisco Javier Pulgar), estado Zulia, iniciando con la inspección y apertura del proceso correspondiente para la justa adjudicación de tierras a los(as) campesino(as) que desde el año 2012 realizaban denuncias por la ociosidad de aproximadamente 400 has. de un total de 642 que hasta el año 2016 estaban bajo la titularidad de María Auxiliadora Bracho de Muchacho.

Nieves Rios, dirigenta campesina del fundo “La Victoria” comentó: “desde el 16 de Noviembre del año 2017 restringieron el acceso a los(as) campesinos(as). El predio fue militarizado y bajo órdenes de la terrateniente Bracho de Muchacho metieron ganado para acabar con el maíz que habíamos sembrado en la zonas que estaban abandonas y que según la protocolización correspondiente de las instituciones ya pertenecían al Estado”.

Pero además denunciaron el trato recibido por parte de la guardia nacional: “¿Cómo a las 4 de la mañana un GNB te va a desalojar? Da molestia que nuestra GNB, que dice ser del pueblo, venga a hacernos un desalojo, y ahí están, unos son mandados, pero nosotros en la GNB no confiamos y en el comandante de aquí tampoco”, declaró el dirigente campesino Luis Rodríguez.

Un gran paso ha dado el movimiento campesino, al poder mostrar en el territorio a las autoridades del ejecutivo nacional, las condiciones en las que se encuentra el predio que han reclamado por años, pero además, mostrar la vulnerabilidad que corren los(as) campesinos(as) si desde el Estado no se presta la debida y responsable atención a sus demandas y recomendaciones.

Es el caso de la hacienda “La Bolívar La Bolivariana” ubicada en Santa Bárbara del estado Zulia, hacienda que posee 1.474 has., constituida por 5 consejos campesinos socialistas que agrupan a 500 familias. Durante 6 años de lucha estos(as) campesinos(as) han sido desalojados tres veces. Aunque estas tierras fueron rescatadas en el año 2008 por el Estado, no fueron adjudicadas a los(as) campesinos(as) sino a la empresa “Maricela”, luego a la alcaldesa María Malpica -gestión que sirvió para el atropello y exclusión de campesinos(as)- para terminar bajo control de AgroFANB. Según Virgilio Sánchez, dirigente del Consejo Campesino “Pacha Mama”, los(as) campesinos(as) decidieron ingresar de nuevo al predio por su alta improductividad: “Maduro dice que las tierras ociosas son para producir”. Las exigencias hacia el gobierno es ser tomados en cuenta, pues su mayor deseo es producir la tierra para sostener a sus familias, pero además garantizar el alimento que tanto necesitan los(as) venezolanos(as).

La meta de seis millones de has. entregadas al movimiento campesino, y noticias como la “reanudación de procesos de rescate de tierras y activación de investigación de los atropellos”, no pueden quedar en una suerte de efervescencia electoral con miras a la reelección del presidente Nicolás Maduro, sino que deben constituir la irrefrenable avanzada hacia la seguridad y soberanía alimentaria, y hacia un nuevo modelo productivo agro‑familiar y eco‑socialista.Reportaje escrito para el portal VenezuelaAnalysis.org

Escrito por I. Rodríguez y F. Toro / TatuyTv

Fotografía: Yordanka Caridad. https://fotografoprofesionalyordankacaridad.wordpress.com/

Reportaje escrito para el portal VenezuelaAnalysis.org


[1] Sanoja Mario. 2011. Historia socio-cultural de la Economía Venezolana. Banco Central de Venezuela. Caracas.[2] La Revolución Bolivariana, Allan Woods – España, 2005[3] http://www.albatv.org/La-Revolucion-Bolivariana-y-la-21234.html[4] https://news.un.org/es/story/2013/11/1288131[5] http://www.albatv.org/La-Revolucion-Bolivariana-y-la-21234.html[6] http://rnv.gob.ve/presidente-maduro-autoriza-entrega-de-44-000-hectareas…[7] http://www.albatv.org/La-Revolucion-Bolivariana-y-la-21234.html[8] http://www.albatv.org/La-Revolucion-Bolivariana-y-la-21234.html[9] http://www.crbz.org/diez-claves-que-debemos-saber-sobre-la-lucha-por-la-…[10] http://www.albatv.org/La-Revolucion-Bolivariana-y-la-21234.html

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3 comentarios

  1. Este es un asunto muy serio, en el cual estoy muy interesada y por eso, siempre que me lo permiten las circunstancias, he viajado por medios propios para realizar fotografías del trabajo de los campesinos en Venezuela. Sin embargo, no estoy de acuerdo con que ustedes violen mi propiedad intelectual utilizando la foto sin ninguna clase de consentimiento, no podemos defender los derechos de un grupo de personas avasallando los de otras, ¿cierto? Es por eso que, les escribo, mi nombre es Yordanka Caridad y ahí está el link de mi página. No sé de dónde sacaron la foto, les recuerdo, pedir autorización primero, con gusto se las habría otorgado, a ningún periodista le gusta que utilicen su trabajo sin colocar su nombre, a los fotógrafos tampoco. Por favor, incluyan el crédito. Saludos.

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